El presidente del Gobierno gallego, Emilio Pérez Touriño, garantizó ayer en Madrid, ante un destacado grupo de empresarios, que no fijará la fecha de las elecciones autonómicas de 2009 presionado por las circunstancias políticas o económicas. "No voy a mover el calendario electoral en función de la marcha de la economía o de la coyuntura política", aseguró a preguntas de los empresarios durante su intervención en el Foro Nueva Economía.

En palabras del jefe del Ejecutivo gallego, la coalición en Galicia ha resultado "positiva", pero también advirtió que el pacto de gobierno con el BNG no es definitivo. "Aspiro a tener un apoyo más amplio de los ciudadanos", comentó.

Las expectativas para el Partido Socialista en Galicia son esperanzadoras si se tiene en cuenta, según explicó Touriño, que "se percibe un ascenso intenso y continuado del socialismo", al tiempo que "declina el voto conservador". Como prueba de ello recordó los resultados obtenidos en las pasadas elecciones generales y apuntó que Galicia contribuyó en buena medida al ascenso electoral del PSOE en España. "Galicia aportó 68.000 sufragios a la subida de 200.000 votos registrada en el territorio nacional por Zapatero, dos de cada tres votos", cifró.

Fechas

Su intención es agotar la legislatura, lo que supondría celebrar los comicios en el mes de junio. "La circunstancia de que coincidan con las elecciones europeas ya será valorada en su momento", añadió en referencia a la posibilidad de que se adelanten al mes de marzo para evitar la concurrencia en la misma fecha de ambas convocatorias electorales.

Durante su discurso estuvo arropado por varios conselleiros

-los de Política Territorial, Pesca, Economía y Presidencia-, de la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, y del delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras. Antes de su intervención mantuvo también un breve encuentro con los ministros gallegos de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, de Cultura, César Antonio Molina, y de Administraciones Públicas, Elena Salgado.

Tras responder a la pregunta de cuándo se celebrarán las elecciones gallegas, el presidente del grupo constructor y de servicios Sacyr, Luis del Rivero, elogió el clima de "paz política" que existe en Galicia y preguntó a Pérez Touriño la fórmula para conseguir generar esta estabilidad estando en el gobierno una fuerza "históricamente separatista" como el Bloque Nacionalista Galego. "Asumir responsabilidades de Gobierno le ha hecho asumir un compromiso, que sería más difícil si estuvieran en la oposición", le aclaró Touriño.

Falta de consenso

En todo caso, el presidente de la Xunta advirtió que las relaciones entre fuerzas políticas en Galicia no son "idílicas" y que existen "elementos de preocupación". Así, por ejemplo aludió a la falta de consenso para reformar el Estatuto y expresó su deseo de que de la próxima cita electoral salga "el mandato inapelable" de aprobar un nuevo texto estatutario.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que fue el encargado de presentar a Touriño en el Foro Nueva Economía, ensalzó su gestión al frente de la Xunta por haber logrado poner fin al "tradicional victimismo de los Gobiernos del PP". El jefe del Ejecutivo gallego le devolvió los elogios al destacar su "papel decisivo" en el cambio político que tuvo lugar en Galicia en 2005. "Dejó de ser un feudo del PP y se esfumó la Baviera gallega de signo conservador", concluyó Touriño tras explicar que durante 16 años esta comunidad fue el "granero de votos" de los populares.