La localidad pontevedresa de Redondela fue una de las más afectadas por el temporal en Galicia. El viento "barrió"el tejado completo del instituto Illa de San Simón y lo lanzó a la calle de madrugada. Las clases tuvieron que suspenderse y casi 300 alumnos tendrán que esperar hasta el lunes para saber si son reubicados en otros centros, o las obras de reparación pueden concluirse la próxima semana, con lo que se quedarían sin clases hasta entonces.

"Yo creo que hubo un pequeño tornado", así se explicaba ayer a mediodía el jefe de estudios. Su sospecha no era descabellada ya que entre la una y las dos de madrugada las rachas de viento superaron los 100 kilómetros por hora en la zona. Este instituto sintió de tal forma el azote del vendaval que el tejado del edificio, de unas dimensiones de 40 por10 metros de chapa galvanizada y de escasa sección, saltó por los aires como si se tratara de una lata de conservas. Los 280 escolares se quedaron sin clases mientras profesores y otros empleados del centro achicaban el agua filtrada a través del falso techo. Equipos de informática y demás material escolar tuvieron que se retirados con celeridad para evitar su deterioro. Algunas instalaciones eléctricas también se vieron dañadas y el agua de la lluvia se filtraba desde la planta superior a la baja.

Ayer a mediodía se reunía el claustro de profesores para valorar la situación. La Inspección y Servicios Técnicos de la Consellería de Educación visitaron el centro a primeras horas de la mañana para comprobar la situación. Las obras para paliar los daños se iniciaron ayer por la tarde y lo más importante, la colocación de un nuevo tejado, podría estar concluída el miércoles, según informaron los obreros a la dirección del centro. Si el lunes confirman las fechas, se evitará la recolocación eventual del alumnado en el cercano Instituto Mendiño, como adelantó Educación.

A mediodía de ayer efectivos de Protección Civil daban fin a la retirada de las planchas del tejado -algunas de ellas llegaron a doblar un báculo del alumbrado público- y limpiaban toda la zona. Mientras tanto los alumnos, en pequeños corrillos, observaban lo ocurrido.

El vendaval levantó las planchas del tejado en torno a la 1.30 horas de la madrugada tras saltar los anclajes que las sujetaban a la estructura del edificio. La hora del suceso evitó una desgracia, pues al lado del IES se encuentra un centro de Infantil y otro de Primaria.