I. Bascoy/X.A. Taboada / Santiago

El decreto de normas del hábitat gallego, que entra en vigor el jueves, ha desatado un enfrentamiento entre los socios de gobierno. La dirección del PSdeG irrumpió ayer en escena y elevó el tono de la polémica, al salir en defensa de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y pedir a su socio de gobierno, el BNG, que "respete la autonomía" de la Fegamp y, en consecuencia, su decisión de recurrir ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el decreto. "La Federación de Municipios tiene la legítima capacidad de respuesta cuando son vulnerados los derechos de los ayuntamientos, por ejemplo, con decisiones que pueden colisionar con la legislación vigente o que atentan contra la autonomía municipal", aseguró el secretario de Organización del PSdeG, Ricardo Varela, a través de un comunicado de prensa, horas después de que el vicepresidente de la Xunta y líder del BNG, Anxo Quintana, volviese a criticar el recurso de la Fegamp.

La dirección de los socialistas gallegos permaneció hasta ayer en silencio en la disputa que enfrenta a los nacionalistas gallegos con el presidente de la Fegamp, el socialista Carlos Fernández, que con el apoyo de los alcaldes del PSOE y del PP denuncia que el decreto de normas del hábitat gallego vulnera la autonomía local. El número dos del PSdeG terció finalmente en la disputa, y así el enfrentamiento, en vez de enfriarse tras varios días de cruces de declaraciones, volvió a resurgir con fuerza. Varela aseveró que "la Fegamp representa a los ayuntamientos y entre sus atribuciones está la defensa de los mismos". Sobre el decreto objeto de discusión, y por el cual a partir de ahora la vivienda más pequeña que se construirá en Galicia será de cuarenta metros cuadrados y no de 26, Varela no hizo la más mínima referencia ni para bien ni para mal, y eso que fue aprobada por el Consello de la Xunta, es decir, con el respaldo socialista.

Ricardo Varela, que además es conselleiro de Traballo, cuestionó expresamente "el oportunismo del BNG que muestra acuerdos o desacuerdos con la federación de municipios según las decisiones que se tomen". El secretario de Organización lanzaba esta acusación después de que el portavoz nacional del Bloque y también vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, criticase por segunda vez a la Fegamp, después de haberle advertido el sábado que la Consellería de Vivienda, gestionada por el BNG y responsable del decreto, no cedería a "presiones ni a chantajes". Quintana, de nuevo, pedía ayer a la Fegamp que "reconduzca" su estrategia y "no continúe en el error" de criticar las decisiones de la Xunta, pues "no es positivo".

El vicepresidente de la Xunta aseveró que nunca hasta ahora la Fegamp había sido utilizada como "instrumento partidario de nadie" y aseveró que "se equivoca la directiva de la Federación cuando trabaja en otra dirección". Para Quintana, la Fegamp "debería velar por un mínimo común denominador de todos los municipios".

Finalmente, el número dos del Ejecutivo autonómico aconsejaba a Carlos Fernández "más diplomacia" para abrir "caminos de entendimiento" y expresaba su disposición a reunirse con el presidente de la Fegamp "si él lo quiere y cuándo quiera".

El titular de la federación de municipios replicó inmediatamente al líder nacionalista, preguntándose cuál es "la prisa y el interés de Quintana de arrogarse las competencias de Vivenda, limitando de algún modo las capacidades que corresponden a una conselleira de su partido", en alusión a Teresa Táboas, que "aún no recibió ni a los alcaldes ni a la Fegamp para abordar las normas del hábitat".

Carlos Fernández, alcalde socialista en Ames, también defendió el recurso contencioso administrativo ante el TSXG y explicó que"no fue una cuestión personalista, sino un acuerdo de la comisión ejecutiva de la Fegamp que contó con la aprobación de 15 de sus 17 miembros, produciéndose únicamente el voto particular de los representantes del BNG". El titular de la Fegamp defendió que este organismo trabaja "más que nunca" en defensa de los intereses de los municipios gallegos.

El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, implicó en la controversia a Emilio Pérez Touriño, al afirmar que, "con una mano" y en su calidad de titular de la Xunta, firma el decreto y, "con la otra" y como secretario general del PSdeG, "ordena a los alcaldes socialistas que impugnen esta normativa". Feijóo criticó "la doble personalidad" de Touriño y recordó que es contrario a "judicializar la vida política", pero insta a los regidores del PSdeG a presentar un recurso contencioso administrativo.