El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que habrá "ajustes y modificaciones" en la dirección del Partido Popular de Ourense, y que serán consensuados con el presidente provincial, José Luis Baltar, al que además confirmó en su liderazgo al frente del partido.

Núñez Feijóo, que presidió la reunión de la junta directiva provincial, evitó cuantificar los cambios que se van a producir, aunque anunció que harán "una propuesta de personas que se incorporarán para dinamizar el partido". "De esa forma responderemos a uno de los mensajes no que envió la sociedad ourensana en las pasadas elecciones generales, y que entendimos", explicó el líder popular.

A la espera de concretar esas nuevas incorporaciones, que con toda probabilidad ya se habrán perfilado y consensuado durante el encuentro que mantuvieron Núñez Feijóo y Baltar antes de la junta directiva provincial, lo que sí adelantó el presidente del PPdeG es que "serán personas que vengan a trabajar por el partido a cambio de nada".

El dirigente popular eludió pronunciarse sobre las voces críticas que son contrarias a la permanencia de Baltar y el núcleo duro de la dirección provincial del partido después de los resultados electorales. El PP perdió en Ourense un diputado en el Congreso y en la capital pasaron a ser la segunda fuerza política, a 3.000 votos del PSOE.

Sobre esta cuestión, y en un intento de rebajar las críticas que se produjeron, Núñez Feijóo dijo que el descenso en la capital fue de un 3 por ciento, frente al algo más de 7 por ciento en la provincia. Aunque reconoció que la bajada en votos en la ciudad "tiene una enorme importancia, ya que es un tercio de los votos de la provincia".

"Es algo que nos preocupa, y nos va ocupar", añadió Feijóo para recalcar que "el problema no es sólo en la ciudad, sino en el conjunto de Ourense". En todo caso, para contrarrestar esta bajada en votos apeló a que con el 47,29 por ciento de los apoyos, el PP sigue siendo la primera fuerza política de la provincia, superando al PSOE en 8 puntos y al BNG en más de 30, con lo que "está claro el liderazgo político en la provincia".

También, y a modo de justificación, Núñez Feijóo dijo que "no es fácil mantener esos porcentajes", y en el futuro, con "los ajustes" que piensan emprender, intentarán "subir 2 o 3 puntos de apoyo electoral para poder superar la barrera del 50 por ciento". Y proclamó que si Rajoy obtuviese en España el 48 por ciento de los votos como ocurrió en Ourense, "hoy sería presidente".

Con el respaldo público dado por Núñez Feijóo, el presidente provincial no dudó en mostrar su poder. "La totalidad de la gente me ha dicho que tengo las manos libres para hacer lo que quisiera y considerase oportuno", advirtió. Con la fuerza que, según él, le da el respaldo de las bases, Baltar anunció que tiene "muchos voluntarios, ajenos hasta ahora a la directiva provincial, dispuestos trabajar y ocupar cargos", pero aclaró que el tema de los nombres tiene que "tratarlo con Alberto y tomar una decisión al respecto".

Núñez Feijóo añadió que no se trata de pedir responsabilidades después de los resultados del 9 de marzo, sino de "buscar un equipo en aquellas zonas en las que se siguen perdiendo votos después de las últimas citas electorales".