Antes de dos meses se publicarán las balanzas fiscales, anunció el martes en el debate de investidura el candidato a presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, advirtió de que estos datos "pueden ser un arma de doble filo" y que "Galicia no aceptará negociar la reforma de la financiación autonómica a partir de las balanzas fiscales", pues no son los territorios los que pagan los impuestos, sino "las personas físicas o jurídicas" y luego es el Estado quien redistribuye los recursos atendiendo a "principios de equidad, solidaridad interterritorial y nivelación de calidad, es decir que en el conjunto del país los servicios públicos tengan la misma calidad".

El titular de Economía también alertó que "como no hay un organismo oficial que haya avalado una metodología, cualquier estudio que se ponga encima de la mesa va a suscitar contestación y polémica". Fernández Antonio no tiene "nada en contra" de que se publiquen las balanzas fiscales, pero le llama "la atención la relevancia que algunos le están dando a este estudio del Instituto de Estudios Fiscales". Desde la Xunta se resta importancia a que por primera vez desde el Gobierno se ofrezca un balance de lo que aporta y percibe del Estado cada comunidad y se remarca que este informe "nada tiene que ver con la negociación de la financiación autonómica".

La Xunta lleva "meses trabajando" en el futuro modelo de financiación y reclama cambios importantes, pues el actual sistema peca de "insuficiencia de recursos y baja autonomía fiscal". Galicia pedirá al Gobierno español que en el nuevo modelo tenga en cuenta el envejecimiento de la población y su dispersión a la hora de fijar la financiación que debe recibir la comunidad para costear los servicios educativos, sanitarios y del sistema de dependencia.

El portavoz de Economía del PSdeG en el Parlamento, Xaquín Fernández Leiceaga, también marca distancias entre la financiación autonómica y las balanzas fiscales. Estas últimas, en su opinión, "nada tienen que ver" con la revisión del modelo y su publicación es una "cuestión de transparencia".

Tampoco tiene "ningún inconveniente ni temor" a que se publiquen las balanzas fiscales el portavoz del PP y ex conselleiro, José Antonio Orza, pues "no hay ninguna evidencia de que Cataluña o alguna otra autonomía esté haciendo un esfuerzo excesivo de solidaridad como para poder exigir aportar menos de ahora en adelante". Orza coincide con el conselleiro de Economía y con el PSdeG de que, en todo caso, los datos que arrojen las balanzas fiscales "no deben interferir en la negociación de la nueva financiación autonómica".

Los flujos energéticos

El portavoz del BNG en el Parlamento gallego, Carlos Aymerich, opina que las balanzas fiscales "van a tener poca relevancia" a la hora de definir el nuevo modelo de financiación autonómica. Aymerich advierte de que "hay que negociar la metodología" para elaborar esas balanzas fiscales y exige "rigor técnico". Pide que se tengan en cuenta "los flujos comerciales, energéticos y de mano de obra y todas las inversiones del Estado y no sólo las de los ministerios". Si se hace así, augura, "el desequilibrio de la balanza de Galicia no será mucho", pues "no es cierto que Galicia sea pobre y necesite recursos del Estado".

El Gobierno central publicará por primera vez las balanzas fiscales, pero antes otras entidades hicieron sus propios cálculos. La Fundación BBVA sostiene que entre 1991 y 2005 Galicia fue la segunda comunidad más favorecida, pues el Estado ingresó de media en la comunidad a través de impuestos 12.490 millones de euros, mientras que invirtió 16.340 millones.