Los sindicatos CC.OO., UGT y CIG advirtieron hoy de la posibilidad de iniciar una huelga de profesionales del transporte terrestre de mercancías en Pontevedra, tras la ruptura de la negociación del convenio sectorial provincial de 2008, para el que los representantes de los trabajadores demandan mejoras salariales así como en permisos y licencias.

En esta situación, los sindicatos anunciaron hoy, en rueda de prensa, la convocatoria de una asamblea, que se celebrará el sábado día 12 a partir de las 12.00 horas en la Asociación de Vecinos de Cabral, en Vigo, en la que se informará de la ruptura de las negociaciones del convenio provincial y en la que los trabajadores decidirán la posibilidad de comenzar movilizaciones que podrían llegar a una "huelga general".

Así, el secretario nacional de la Federación Galega de Alimentación, Mar, Transportes, Téxtil e Telecomunicacións (Fegamt) de la CIG, Xosé Fernández Piñeiro, criticó a la patronal de por "no tener voluntad de negociar" y advirtió de que "el hecho de que convoquen una nueva reunión no significa un cambio de postura y, por tanto, no sirve". En este sentido, explicó que los empresarios tendrán que mostrar un posicionamiento diferente al mantenido hasta ahora.

Fernández Piñeiro aseguró que los sindicatos mantendrán una "actitud dura" para defender "un anteproyecto unitario que es de lo más razonable" y consideró que la patronal "no merece otra respuesta que no sea leña al mono". Por ello, afirmó que, en el caso de que fragüe la convocatoria de huelga de transportes, "no participará sólo un segmento, sino que se volcará en su conjunto todo el aparato sindical".

El sector del transporte terrestre de mercancías supone un 84 por ciento del total de transporte en la provincia (el 16 por ciento restante sería marítimo y ferroviario). En este sector trabajan alrededor de 3.000 personas entre conductores, mozos de almacén y administrativos, de los que, alrededor de 1.000 son conductores.

"Desprecio" de la patronal

Los responsables de las secciones de transporte de las tres centrales sindicales denunciaron hoy, en una rueda de prensa en Vigo, la actitud de la patronal, tras "despreciar" la plataforma de reivindicaciones presentada conjuntamente y "levantarse" de la mesa de negociación. Según los representantes de los trabajadores, la parte empresarial de la provincia alegó que se les pedía "una subida desproporcionada" en los salarios, por lo que ofreció el aumento del IPC.

En este sentido, los sindicalistas explicaron que los empresarios justificaron su negativa a asumir las reivindicaciones salariales alegando el problema de la subida del precio del gasoil. Sin embargo, la parte social recordó que si bien "ellos lo repercuten en la subida del precio de la mercancía, no lo deben repercutir en el salario del trabajador, que es el más bajo del país".

Así, los sindicatos demandan un aumento salarial que haga que los transportistas, que actualmente cobran alrededor de 750 euros, alcancen los 1.098 euros mensuales. Además, la plataforma reivindicativa también incluye mejoras en el ámbito de conciliación de la vida personal con la laboral, por lo que se demandan dos días al año de libre disposición.

En este sentido, el secretario de Acción Sindical de la Federación de Transporte de CC.OO., Benigno Caride, acusó a la patronal por abandonar las negociaciones y "no estudiar ningún punto" de la propuesta sindical, al tiempo que juzgó que la demanda salarial "no es exagerada".

Asimismo, recordó que los trabajadores del sector tienen unas coberturas sociales "mínimas" y no disponen de días de libre disposición por motivos como la boda de un hijo o la muerte de un familiar, mientras que en el caso de las bajas, los trabajadores "se quedan con la mitad de su salario mensual".

Por su parte, el miembro de la sección de Transportes de UGT, Cándido Rodríguez, criticó las "condiciones kafkianas" con las que los profesionales del sector desarrollan su trabajo, con estancias superiores a 20 días "durmiendo en áreas de descanso".

Además, explicó que el convenio de Pontevedra el más desfavorecido del Estado y la comparó con el caso de Guipúzcoa, donde se mueve un 20 por ciento menos de mercancía y el salario es un 40 por ciento superior.