El inglés o cualquier otro idioma extranjero será imprescindible para licenciarse en la Universidad de Santiago, y posiblemente también en las Universidades de Vigo y A Coruña. Los tres rectorados gallegos quieren que sus titulados sean competitivos en el mundo laboral, pues desde hace años las empresas no sólo exigen una licenciatura.

El dominio de lenguas extranjeras y un curso de postgrado cotizan al alza en los currículos académicos de los jóvenes. Por ello, Santiago ha tomado la delantera y su rectorado está a punto de aprobar un plan que obligará a sus alumnos a saber inglés para poder titularse.

Los datos claman al cielo: sólo el 1,7% de los universitarios españoles puede mantener una conversación fluida en inglés, revela una encuesta del Círculo de Progreso. Por el contrario, el 56% de los universitarios europeos sí puede hablar en inglés con soltura. Para frenar esta desventaja, la Universidad de Santiago exigirá a sus estudiantes para licenciarse "el conocimiento de una lengua extranjera, no sólo el inglés". En principio el nivel que demandará "no será muy alto", será el B-1, un nivel intermedio que permite a uno entenderse sin problemas en el otro idioma. Los estudiantes finalizan el Bachillerato se supone que tienen este nivel o el anterior, el A-2. La intención de la Universidad compostelana es incrementar con el tiempo el nivel de exigencia, explica el vicerrector de Oferta Docente y Espacio Europeo de Educación Superior, Máximo Pló Casasús.

Los estudiantes que ya posean el nivel B-1 cuando lleguen a la facultad deberán acreditarlo ante las instituciones académicos con el correspondiente certificado, bien de una Escuela de Idiomas o de otros centros autorizados. A quien deba aún alcanzar el nivel B-1, la Universidad le ofrecerá cursos en su Centro de Lenguas Modernas. Quien demuestre un mayor control sobre la lengua foránea (niveles B-2, C-1 o C-2) será compensado con créditos para licenciarse, apunta Pló Casasús.

El deber de saber un idioma extranjero se impondrá progresivamente en la Universidad de Santiago, según se vayan aprobando los nuevos títulos adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior. El próximo año se estrenan Matemáticas y Ciencias Políticas. Estas dos primeras promociones serán las pioneras.

El rectorado de la Universidad de Vigo entiende que saber idiomas es una exigencia del mercado laboral, y los estudiantes ya no sólo deben saber mucho de Matemáticas o Derecho, por ejemplo, deben también desenvolverse en otros idiomas. Por ello, la institución olívica "está estudiando la puesta en marcha de un plan para reforzar el estudio de lenguas extranjeras" y subraya que "la voluntad es firme".

En la Universidad de A Coruña sucede lo mismo. Quiere "potenciar" el conocimiento de idiomas entre sus estudiantes y así "está elaborando un documento con iniciativas" para que sus titulados "tengan una competencia lingüística óptima" en un idioma extranjero. El rectorado herculino aún debate si ofrecerá el aprendizaje de inglés y otras lenguas como "formación complementaria u obligatoria".

Desde la Xunta, el director xeral de Ordenación e Calidade do Sistema Universitario de Galicia, José Ramón Leis Fidalgo, aplaude la iniciativa de los tres rectorados para promocionar el conocimiento de lenguas extranjeras y que así sus alumnos sean más competitivos. En su opinión, la decisión de la Universidad de Santiago está "francamente bien", pero se pregunta si enseñar inglés u otro idioma es "competencia de los campus" o los jóvenes deberían dar el salto a la educación superior con esos conocimientos ya adquiridos. En todo caso, entiende que las Universidades estén "empeñadas" en ofrecer "el máximo de conocimientos a sus estudiantes, incluidos los idiomas".

Ofertar toda una carrera en inglés es imposible por falta de recursos

Los responsables de la titulación de Ingeniería Química en Santiago propusieron al rectorado la posibilidad de crear un grupo de alumnos al que se impartiesen todas las asignaturas en inglés, pero el equipo de Senén Barro se vio obligado a aparcar la propuesta. ¿Por qué? "Por falta de recursos", explica el vicerrector Máximo Pló Casasús. Desde la Xunta, explican que existe un plan de financiación, ahora en revisión, y que en el marco de este programa económico cada universidad tiene margen para decidir a qué dedica sus fondos.

Impartir asignaturas en inglés no es una novedad. Precisamente es lo que propone la Generalitat a las universidades catalanas. Recomienda que el 10% de las materias se den en inglés y para animar a los campus ha puesto encima de la mesa 31,35 millones de euros a repartir entre 2008 y 2010. El objetivo es que en 2013 los jóvenes que se titulen en una universidad catalán tengan un conocimiento de inglés equivalente al B-2. La Universidad de las Islas Baleares también obligará a saber inglés para titularse.