El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, exigió hoy que "se depuren responsabilidades" por el caso de la presunta agente electoral del PSdeG y advirtió de que no descartan elevarlo a la Fiscalía si la comisión de investigación activada al respecto demuestra irregularidades.

"No podemos desechar nada", enfatizó en rueda de prensa, y recordó que las conclusiones de la investigación parlamentaria sobre la Cidade da Cultura ya fueron remitidas al Ministerio Fiscal. Aquella decisión provocó que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se ausentase del Parlamento para no votar el dictamen, al no ser partidario de judicializar la vida política.

No obstante, Aymerich argumentó que sería "ilógico" no tomar esta resolución si, una vez esclarecidos los hechos, se detectan indicios de delito. Además, criticó las conclusiones de la indagación interna de la Xunta sobre este caso, al considerar que con la presunta agente, María Isabel Blanco, se siguieron los procedimientos "habituales" para acogerse al convenio entre Iberia y el Gobierno gallego para costear viajes a emigrantes en situación de emergencia humanitaria.

Así, cuestionó si "no hay nada irregular" en que una "agente electoral" se beneficie de estos viajes y sea contratada con fondos de la Consellería de Traballo por "un sindicato afín al PSOE". También censuró que estas actuaciones se "sufraguen con dinero público".

Tráfico de votos

"Pensamos que están mal cosas que parece que son normales", apuntó, y reprobó que se asuma "con normalidad" la existencia de agentes electorales. "¿Qué es? ¿Qué funciones tiene? ¿Es admisible en una democracia avanzada?", interrogó, tras reprochar por igual a PSOE y PP por estar inmersos en una carrera para dilucidar "a ver quién es más deshonesto y quién trafica mejor" con los votos de los residentes ausentes.

Por ello, después de relatar las últimas denuncias cruzadas entre ambas formaciones, les volvió a reclamar una reforma de la ley electoral para evitar estos "escándalos". Además, les avisó de que "no vale" esgrimir que "no hay tiempo" para materializarla antes de las elecciones autonómicas.

De este modo, señaló que se trata de una cuestión de "voluntad política" y no de plazos y les pidió que presenten sus propuestas para jugar todos "con las cartas levantadas". Así, puso el ejemplo de una reforma pactada en diciembre de 2004 por PP y PSOE para ampliar el plazo de recepción de los votos de la emigración.

Reunión de la ponencia

De hecho, anunció que han sido convocados el 15 de abril para un encuentro de la ponencia activada en la Cámara gallega para abordar la reforma, y que no se reúne desde finales del pasado año. De aquella, los tres grupos acordaron intercambiar sus ideas al respecto para lograr un consenso que se materializase en una proposición de ley para debatir después en las Cortes.

No obstante, sólo el Bloque llegó a comunicar su propuesta articulada que, además de garantizar el voto en urna y en iguales condiciones que en Galicia, pedía que se limitase el sufragio a los emigrantes que hayan nacido o vivido en la comunidad y a los comicios generales.