Buscó desde el primer momento la complicidad del auditorio: "He vivido aquí muchos años, aquí inicié mi carrera política, aquí aprendí, aquí acerté y aquí también me equivoqué y aquí moriré". Mariano Rajoy regresó ayer a Pontevedra para estar con los suyos y respondieron. Más de 2.000 personas arroparon al presidente nacional del Partido Popular (PP) en una cena-mitin, su primer acto de masas tras las elecciones generales, en las que tal como él mismo reconoció no obtuvieron el resultado esperado, a pesar del respaldo del 40% de los votantes, "de tener más diputados, más senadores, más votos y más porcentaje de votos que en 2004 y más que en el año 1996 cuando gobernamos".

Rajoy aprovechó su intervención en la capital para reiterar que "voy a seguir en política y voy a seguir en política en este partido" e insistir en que tiene "ganas, fuerza, ilusión, principios e ideas" y afirmar que "estaba preparado para ser presidente del Gobierno en estas elecciones y estaré más preparado en 2012".

Antes de llegar a su objetivo, Mariano Rajoy afronta una nueva legislatura en la que trabajará por recomponer España. Buscará un acuerdo "para luchar contra el terrorismo, no para negociar"; para que "todos los españoles tengan los mismos derechos y oportunidades y los mismos deberes y obligaciones"; para lograr la estabilidad.

Pacto por las pensiones

"Propondré en mi discurso de investidura un gran pacto por las pensiones", desveló el presidente nacional del Partido Popular y candidato a la reelección en el próximo congreso del partido.

El presidente nacional llegó al recinto ferial de A Xunqueira acompañado de su esposa, Elvira Fernández, y escoltado por el presidente y el secretario xeral del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, y Alfonso Rueda; los presidentes provinciales de Pontevedra, Rafael Louzán, de Ourense, José Luis Baltar, y de A Coruña, Juan Juncal, además de por la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor.

Rajoy hizo ayer alarde de galleguidad: "Soy gallego, me siento gallego, he nacido en Santiago, vivido en Pontevedra, Galicia es mi referente" y en este contexto sostuvo que "Galicia merece un gobierno distinto, un gobierno que defienda los intereses de todos". Ya en clave autonómica recordó la próxima cita electoral, la de 2009, para la que "el PP necesita ganar con mayoría suficiente". Una posibilidad que Mariano Rajoy no duda que está al alcance de la mano: "Tenemos un gran líder, Alberto Núñez Feijóo; principios claros, objetivos definidos y tendremos el mejor programa", y para lo cual se comprometió a emplearse a fondo.

Precisamente Núñez Feijóo le precedió en la palabra y recordó que más de 800.000 gallegos habían votado al PP, que son mayoría en Galicia y en Pontevedra y auguró que volverán a ser mayoría y volverá a gobernar.

Apoyo incondicional

El presidente del PPdeG brindó su apoyo personal e incondicional y el del partido en Galicia a las aspiraciones de Rajoy: "A túa ilusión en a nosa ilusión", señaló Alberto Núñez, quien agradeció la confianza depositada por Rajoy en los populares gallegos: "Agradecemos que deposites en el PPdeG, a través de mi persona, la responsabilidad de poner al día el funcionamiento del partido, que confíes en un ourensano, Celso Delgado, una de las viceportavocías del grupo más potente que nunca tuvo un partido en la oposición y que premies la labor de Ana Pastor con la Vicepresidencia Segunda del Congreso".

En resumen, Núñez Feijóo agradeció a su líder y amigo que "impregnes el partido de esencia gallega".