Los dos primeros hinchas ingleses juzgados por su participación en los altercados de Marsella del pasado fin de semana han sido condenados a dos y tres meses de prisión y la prohibición a ambos de regresar a Francia en dos años. Los hinchas son Ian Hepworth, un enfermero de 41 años, y Alexander Booth, un jefe de cocina de 20.

Ambos fueron condenados en un juicio rápido celebrado ayer en el juzgado de lo penal de Marsella por participar en los disturbios que se originaron en el Puerto Viejo de la ciudad desde el jueves al domingo, con motivo del encuentro del grupo B de la Eurocopa que disputaron Inglaterra y Rusia, que dejaron un saldo de 35 heridos, uno de ellos muy grave.

Ian Hepworth admitió que lanzó una botella de cerveza de vidrio, sobre la una de la madrugada del domingo en dirección a la policía. El enfermero se disculpó y aseguró que su intención no era alcanzar a la policía que estaba a ocho metros, sino impresionar a sus "amigos franceses", tras acudir solo a ver el partido en el Velodrome. "Mi trabajo es ayudar a la gente, hice algo estúpido", afirmó.

Alexander Booth, que acudió vestido con la camiseta blanca de la selección inglesa, admitió que lanzó un vaso de plástico de cerveza a la policía, a los que hizo un gesto despectivo con el dedo. El fiscal André Ribes argumentó, sin embargo, que de acuerdo al parte policial Booth lanzó una botella de cristal, por debajo del escudo con la intención de alcanzar en las piernas a los agentes.

Ribes, jefe de cocina que se presentó como "un trabajador" y dio positivo en la prueba de alcoholemia con 0'86 mg, en el momento de su arresto, aseguró que él no es así y se disculpó con la "gente y la policía de Marsella", porque estaba "en el lugar equivocado en el momento equivocado".

Ayer fueron serán sometidos a un juicio rápido diez detenidos; seis británicos, tres franceses y un seguidor austríaco, según anunció el fiscal de Marsella, Brice Robin. Uno de estos aficionados galos condenado a dos años de prisión, uno incondicional, tras ser declarado culpable de robos y agresiones durante los altercados. David Palmeri fue condenado por haber agredido a tres hinchas ingleses a los que dio patadas y puñetazos y golpes con un cinturón. A uno de ellos, además, le robó una bandera y a otro su camiseta de la selección inglesa.