España no ganará el Eurobasket 2017. El rey se queda sin corona y la mejor generación de jugadores españoles que han visto nuestros ojos se retirará sin retener el cetro europeo. Tenía que ocurrir algún día. Y fue este 14 de septiembre de 2017. Tan triste como real. Es deporte. Y ley de vida. España perdió con Eslovenia (72-92). Lo hizo, básicamente, por la diferencia en el triple. El baloncesto es un deporte de precisión. Eslovenia se fue al descanso con 10/15 (67%) en el lanzamiento del arco de 6,75 metros. Y acabó con un sensacional 14/25 (56%). España, sin embargo, sufrió un calvario en el perímetro. No entraba la bola. No había forma. Era un imposible. La selección se frustró y acabó y el partido con el 26%, y 7 de 27. Es decir, los balcánicos anotaron 42 de sus 92 puntos desde la línea de tres y España tuvo que conformarse con sólo 21 puntos. Una diferencia abismal.

Eslovenia, ante la falta de acierto exterior de España, cerró su defensa, realizó continuas ayudas a los balones interiores a los hermanos Gasol. España no hizo una lectura correcta, porque le faltó velocidad en la circulación de balón. Faltó, también, agresividad. Más penetraciones a canasta. Y no tuvimos su tesón, su hambre, su espíritu.

España también perdió por eso. Cada ataque rival estaba perfectamente medido (más allá de alguna pedrada de tres a tablero), generando, con Dragic y Doncic, ventajas en el pick and roll. España hizo, en muchos momentos, la guerra por su cuenta. "Canto un sistema, no sale tras un par de pases y me la tiro...". Eslovenia se sabía ante una oportunidad histórica. España no tuvo ese puntito extra. Hubo más frustración que acierto. Más cabezas agachadas que posibilidades reales de levantar una situación que, cuarto a cuarto, fue empeorando.

Toca luchar por el bronce. El campeonato nos ha puesto ahí. Serbia o Rusia. España tiene que levantarse, purgar sus heridas y afrontar la lucha por el tercer puesto como una oportunidad, no como un castigo.

Cambiar el oro por el bronce no es motivante. Pero la historia dará quilates y mérito a una generación dorada.