El polaco Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) fue el superviviente más fuerte de la escapada del día y se estrenó en la Vuelta con una victoria en solitario en la decimocuarta etapa, entre Écija y La Pandera, de 175 kilómetros, en la que el británico Chris Froome (Sky) mantuvo el jersey de líder.

Majka, de 27 años y dos veces ganador del maillot de la montaña en el Tour de Francia (2014 y 2016), triunfó en la primera llegada en alto de categoría especial merced a un ataque a 10 kilómetros de meta que acabó con la resistencia de sus rivales de fuga e hizo inútil el intento de atraparlo del colombiano Miguel Ángel 'Superman' López, quien desplegó sus alas en el último tramo sin lograr el doblete que perseguía.

López saltó del grupo de los mejores, pero le faltaron 27 segundos para atrapar a Majka, mientras que Vincenzo Nibali se imponía en el esprint de favoritos para ser tercero delante de Froome y rebañar 4 segundos de bonificación. A la vez entraron el holandés Wilco Kelderman (Sunweb), que arrebató el tercer puesto de la general al colombiano Esteban Chaves (Orica), hundido a la hora del desenlace.

Lo volvió a intentar Alberto Contador, quien agarró la rueda de Nibali cuando el Tiburón atacó, pero el madrileño esta vez jugó mal sus cartas, como admitió en meta, no pudo entrar con los grandes y se dejó 6 segundos. No obstante saltó al octavo puesto de la general, a 3.13 de Froome. El mejor español clasificado, David de la Cruz, pasó a la séptima plaza a 3.11 tras perder 48 segundos en la cima de La Pandera.

No hizo estragos la primera cima de categoría especial de la Vuelta, pero algo removió la general. Froome dio señales de debilidad con los ataques de Nibali y Contador, pero solo aparentes, pues como explicó el español "no hay que pensar que se queda atrás, él va mirando el potenciómetro y es su forma de correr, no es que vaya mal".

Froome retuvo la camiseta roja con 55 segundos de ventaja sobre Nibali, ya el rival directo del cuádruple ganador del Tour. Más distanciados Kelderman, paso a paso asomando por el podio, a 2.17. A partir del tercer puesto y en un pañuelo de 54 segundos, Zakarin, Chaves, Aru, De la Cruz y Contador. Diferencias mínimas ante la jornada reina de la Vuelta en Sierra Nevada, donde las diferencias pueden ser notables.

Majka decidió atacar a 10 de meta. Una crono en solitario que gestionó a la perfección el corredor de Zegartowice, un ciclista duro, solvente en la escalada, tercero en la Vuelta 2015. Esta vez no buscaba el podio de Madrid, sino su estreno en la ronda española.

Llegó a peligrar la gloria del polaco, pues por detrás empezaron los ataques en el grupo del líder. Astana hizo la subida con Luis León Sánchez, pensando más en Supermán que en Aru, que no llega a mostrar su mejor nivel.

Un ataque de Chaves seleccionó un grupo con Nibali, Contador y López. No estaba Froome, en principio. Pero el portador de la camiseta roja jamás se ceba con los ataques rivales. Se fija en su potenciómetro y regula, ahorra fuerzas, sin mostrar nerviosismo alguno.

Lo intentó Nibali a 2 km. de meta, siempre ambicioso, aunque lo pague, en claro progreso de forma, y se le pegó Contador. Una alianza. Pero no hubo manera de soltar al líder. Solo cedieron Chaves y De la Cruz.

Con el empate casi firmado se disparó López, como un cohete. En busca de Majka, pero esta vez las alas no le dieron para lograr una segunda hazaña. Nibali rebañó segundos, Contador los perdió y Kelderman es nuevo inquilino de podio. No hubo sangre en tierra de olivos.