Alberto Contador reconoció, tras adjudicarse la victoria final de la Vuelta a Burgos, que la ronda burgalesa ha sido un "buen test" de cara a su preparación para la Vuelta a España.

El ciclista madrileño, que se llevó el triunfo por apenas un segundo de diferencia sobre Ben Hermans y Sergio Pardilla, reconoció estar "fresco" para afrontar su último gran reto de la temporada.

"Poco a poco estamos mejorando la forma" tras el abandono en el Tour, dijo el ganador de la prueba, que aseguró que sigue "con el corazón muy alto de pulsaciones", lo que "significa" que está "fresco".

Contador aseguró que tan sólo le queda por afrontar "los últimos toques" para la puesta a punto de la Vuelta a España.

En este sentido, ha explicado, desde la primera etapa de la ronda burgalesa sabía que "podía tener opciones" para la victoria final, pero había que ir poco a poco cogiendo sensaciones.

"Pensaba que quizá podría tener opciones el último día" y "decidí ir día a día" para ver cómo iban respondiendo las piernas hasta dar la machada definitiva.

Eso sí, el triunfo final cosechado en las Lagunas de Neila no estuvo exento de dificultades, ya que de hecho, Contador entró en segunda posición en la línea de meta tras Sergio Pardilla.

Sin embargo, la ventaja previa que tenía el ciclista de Pinto sobre el corredor del Caja Rural fue suficiente para "desquitarse" de la mala experiencia vivida en Neila hace ahora 10 años.

En 2006, Contador sufrió un desfallecimiento mientras bajaba desde la línea de meta y acabó siendo hospitalizado, provocando un "susto bastante gordo" entre sus familiares, a quienes "no les hizo gracia" su decisión de volver a correr la Vuelta a Burgos.