A solo doce kilómetros de Aveiro y a 70 de Oporto, Vagos es uno de los destinos turísticos más deseados del centro de Portugal. Al Oeste domina el mar y la ría, mientras que hacia el interior el sistema forestal de la Mata das Dunas de Vagos ocupa un área llana enormemente variada y rica en fauna y flora. Existen sobrados motivos de visita en cualquier época del año, y más ahora que se acercan los días de descanso de la Semana Santa, con la naturaleza en todo su esplendor.

Con accesos próximos y cómodos como la A1 y la A17, este concello dispone de playas amplias y espaciosas en las que disfrutar de sus muchas horas de sol. La playa da Vagueira es la más conocida, de extenso arenal y paseo en el que disfrutar de la brisa marina y el paisaje. El arte de la xávega todavía está vigente aquí, por lo que siempre es un espectáculo ver cómo los pescadores recogen sus capturas. Es también la garantía de que en cualquier restaurante del concello y en el mercado está el pescado más fresco recién traido del mar. Y en verano el arenal se llena de propuestas como cine, clases de gimnasia, conciertos y ferias que la envuelven de alegría y color.

Repleto de paisajes magníficos de gran belleza, en Vagos es posible descubrirlos a través de las largas pasarelas de madera que van de los arenales de Vagueira a Labrego y Areão.

El paisaje envolvente también puede conocerse a través de las diversas rutas senderistas existentes, con puntos de observación para ver la fauna y flora autóctona. Parte de sus espacios están dentro de la Zona de Especial Protección de la Ría de Aveiro y Sitio Dunas de Mira, Gândara y Gafanhas pertenecientes a la Red Natura 2000.

El patrimonio cultural completa los muchos atractivos de Vagos. Conserva auténticas joyas como el santuario de Nossa Senhora de Vagos, un templo mariano de peregrinación y devoción al que acuden miles de personas todos los años. Fundado en 1204 por Sancho I, es lugar lleno de historia y tradición a la vez que apacible que invita a la paz de espíritu.

El concello integra además la región da Gândara donde las típicas casas gandaresas aparecen como testimonio de la vida rural en la zona.

Hacia el Este surge el río Boco, donde confluyen aguas dulces y saladas de la Ría de Aveiro. A lo largo de los diversos brazos del río se disfruta de un paisaje único de sinuosos valles y la flora típica de las zonas húmedas.

Tierra de sabores y aromas

Hermosa y auténtica, Vagos es una tierra que también debe conocerse por su gastronomía, directamente ligada con la ría, el mar y la tierra. De las redes de la xávega salen pescados para disfrutar en caldeiradas o en fritadas. Del canal de la ría de Aveiro que penetra en Vagos, pequeños bivalvos y crustáceos se suman a la mesa de otros mariscos del océano. Y en los valles fértiles crecen sabrosas legumbres para acompañar la chanfana de carneiro, las papas de abóbora o los rojões, entre otros.

Patrimonio de siglos

Iglesias, molinos de viento y museos con propuestas diferentes

Además de playa y mar, Vagos tiene mucho que ofrecer. El concello está lleno de monumentos con historia como el secular santuario de Nossa Senhora de Vagos, con una devoción consolidada a través de generaciones. En la ruta cultural aparecen también la Capela do Espírito Santo, la Capela da Misericordia, la de São Sebastião o la iglesia matriz. Quedan casas nobles como el palacete Visconde de Valdemouro o la Casa da Pedricosa. Entre el patrimonio construido merecen una visita los molinos de viento, antaño motor de la molienda de cereales. Hoy son el emblema del lugar de São Romão, en la parroquia de Santo André.

De interés son también los museos del concello. La Casa Gandaresa muestra sus recias características arquitectónicas asociadas a un entorno rural y las tareas agrícolas. Para divertirse toda la familia está el Museo do Brincar, ubicado en el palacete Visconde de Valdemouro. Conserva un acervo de más de 15.000 piezas, es interactivo, original e inolvidable.