Redondela es una encrucijada de caminos, El municipio y villa de los viaductos, como se conoce popularmente a esta ciudad, acoge en su contorno dos rutas jacobeas: la del Camino Portugués y la del Camino por la Costa. Esta característica hace que Redondela se vea visitada y se llene durante todo el año de peregrinos que buscan en sus calles y plazas el descanso merecido y vivir la rica y legendaria historia de esta tierra.

El Camino Portugués, que atraviesa parroquias como Vilar de Infesta, Saxamonde, Quintela, Vilavella y el casco urbano de Redondela, prosigue en la salida del pueblo, por otras como Cesantes y O Viso, recorriendo así más de la mita de los centros y núcleos de población del municipio .

Se encuentra, desde su entrada en territorio redondelano, con pistas forestales, rincones de gran valor natural, y también histórico, como la parada obligada en el Miliario de Saxamonde. Hay pequeños descanso naturales con fuentes y lavapiés que hacen más sencilla la ruta, y en muchos parajes, miradores y sendas peatonales donde vivir el viaje con todos los sentidos.

Redondela acoge a los peregrinos con variedad de albergues y hostales donde pernoctar. Muchísima oferta gastronómica y cultural durante el año, fiestas tradicionales y patronales multitudinarias y un sinfín de atractivos consiguen una parada repleta de contenidos y experiencias que el visitante lleva también en su mochila. Cesantes y O Viso lo adentran en la vivencia de proximidad al mar, a las playas y a la isla de San Simón, punto de referencia cultural y patrimonial por excelencia, no solo para el municipio redondelano, sino para toda Galicia. No olvidemos que aquí se sitúan parte de las aventuras del capitán Nemo, recuerdo del cual da fe la estatua situada justo en frente de la isla en la playa da Punta de Cesantes. También hay que recordar al pirata Drake, quien se acercó a esta isla a arrebatar las riquezas que en ella se encontraban.

Redondela siente el paso del Camino Portugués durante todo el año. Es esta una ruta que no cesa, llena de visitantes de nacionalidades diferentes, que encuentran en esta ruta en particular un viaje mágico y de imborrable paisajes y gentes. Rutas en las que admirar las iglesias dedicadas a Santiago, lavadores y cruceros que dan buena cuenta de la riqueza patrimonial de un municipio con hondas raíces.

Camino por la Costa. Respecto al Camino por la Costa, que entra en el municipio por la parroquia de Chapela, recorre la denominada Senda del Agua, que no es otra que la vía por la que discurre el abastecimiento de la ciudad de Vigo y alrededores, con el agua procedente del embalse de Eiras.

Este recorrido, siempre con vistas magníficas a la ría de Vigo, a las islas Cíes y a la península del Morrazo, va subiendo de cota, y llegando a la parroquia de Trasmañó, nos sitúa justo encima del emblema más destacado de la ría, el puente de Rande, con unas vistas espectaculares. Nos adentra también en el contorno y la belleza de la Ensenada de San Simón, espacio natural protegido por la Red Natura 2000. Allí encontramos los restos del antiguo baluarte de Rande, a los pies del mismo puente, el antiguo puerto y pueblo marinero pegado a la playa de Rande y el Museo de Meirande, donde podemos conocer en detalle lo acontecido en una de las batallas navales más importantes de Europa y adivinar ya a lo lejos las formas de la isla de San Simón.

Este camino se adentra luego en la parroquia de Cedeira, atravesando las áreas de pinar y bosque mixto muy típico de Galicia, con balcones y descansos para hacer fotos y vistas panorámicas, y llegando al núcleo de Cedeira, una de las joyas de nuestra arquitectura eclesiástica, llevada a cabo por el genial y conocido arquitecto Casas Novoa, que hizo su mayor contribución en la Catedral de Santiago. La Portada de la iglesia de Santo André es de parada obligada antes de seguir camino ya hacia Redondela, donde se juntan y cruzan los dos caminos de peregrinaje. Esta iglesia era originariamente de estilo gótico, del siglo XVI.