Una de las comarcas más significativas de la provincia de Pontevedra es la del Baixo Miño, que engloba en su mancomunidad a los ayuntamientos de Tui, Tomiño, O Rosal, A Guarda y Oia, aunando mar, montaña y río en sus incontables parajes naturales. El patrimonio histórico y etnográfico es también una reseña de la zona, que ofrece al visitante diversos atractivos turísticos.

Toda la comarca posee además una variada oferta gastronómica, con productos frescos del mar, el río y la huerta como estandartes.

Tui. Dentro del rico patrimonio histórico de la ciudad, capital del antiguo Reino de Galicia, destaca la Catedral que domina el casco antiguo, en el que se encuentran restos de la muralla levantada en el siglo XII. Es Tui además la puerta de entrada desde Portugal, y constituye la más popular de las rutas jacobeas del Camino Portugués, con miles de peregrinos que recorren sus calles cada año hacia Santiago de Compostela. El Parque Natural del Monte Aloia ofrece además al visitante unas impactantes vistas de la comarca, con numerosos senderos y zonas de asueto.

Tomiño. El ecoparque arqueológico del Monte Tetón situado en la parroquia tomiñesa de Tebra está catalogado como uno de los más importantes de Europa, con vestigios con una antigüedad superior a los 5000 años, y posee el petroglifo de círculos concéntricos más grande del mundo. Otro elemento de la riqueza patrimonial de Tomiño se encuentra en la parroquia de Goián y es la Fortaleza de San Lorenzo, construida en el s. XVII bajo el reinado de Carlos II ante los continuos enfrentamientos entre españoles y portugueses. Recientemente ha sido remodelada, obteniendo varios premios arquitectónicos.

O Rosal. Destaca en este municipio el importante patrimonio etnográfico de los llamados Muíños do Folón e do Picón, formados por 67 molinos hidráulicos escalonados que fueron declarados en 1998 Bien de Interés Cultural. En estos molinos pueden admirarse multitud de grabados, así como pozas y cascadas naturales, como la que se forma en época de lluvias en el Río das Penas. La ermita de San Martiño y varias rutas de senderismo completan el conjunto.

A Guarda. La villa marinera acoge uno de los lugares más visitados de Galicia, el Monte Santa Trega, que domina majestuosamente la desembocadura del Miño. Posee este enclave numerosos elementos de interés tales como la llamada Citania, un poblado castrexo datado entre los siglos I a.C. y II d.C. El Museo Arqueológico de Santa Trega, ubicado en la cima del monte, alberga las numerosas piezas encontradas durante las excavaciones realizadas. Por otra parte, se trata de un espacio natural y ofrece espectaculares panorámicas de la desembocadura del río Miño en el Atlántico, así como del vecino Portugal. También es de interés la Atalaya, antigua fortaleza militar construida por los portugueses cuando A Guarda pertenecía al país vecino. Actualmente es el Museo do Mar.

Oia. Este municipio posee el Monasterio de Santa María de Oia, declarado Monumento Histórico Artístico, y cuyo origen se remonta al s. XII. En algunas épocas de la historia como la Inquisición y la Guerra Civil este monasterio perdió su función religiosa convirtiéndose en cárcel. El conjunto arquitectónico ofrece muestras de tres estilos diferentes: románico, renacentista y barroco. Fue en el s. XVI cuando se produjo una importante remodelación que continuaría en los siglos siguientes. A partir de 1836, con la Desamortización de Mendizábal y la exclaustración de los monjes allí residentes, el monasterio pasó a manos privadas. En ocasiones puede visitarse el claustro, la huerta y otras estancias. Hoy, la iglesia es el templo parroquial de los vecinos.