Atrás quedaron los tiempos en los que la dureza de las botas de esquí hacía de este deporte de montaña una experiencia incómoda. Actualmente, la mayoría de los modelos son personalizables, una opción que, además, no incrementa el precio del calzado.

“Antes, la gente solía comprar gamas más bajas buscando una mayor comodidad, ya que eran menos duras. Hoy en día, cuanto más alta la gama, más adaptable”, explica Pablo López, propietario de un establecimiento vigués especializado en deportes de invierno.

Su tienda cuenta con este servicio, gracias al cual cualquier cliente puede salir en poco más de media hora con sus botas totalmente adaptadas a su horma. Solo hace falta meter el calzado en un horno hasta que el plástico se ablande y posteriormente darle forma directamente sobre el pie del esquiador.

El establecimiento cuenta además con un servicio de alquiler de equipos de esquí y snowboard, que este año han extendido a la Estación de Montaña de Cabeza de Manzaneda. Allí han creado además una escuela de esquí.

Las reservas se pueden hacer por internet y existen equipos para todas las edades y de todas las gamas; también alta, para aquellas personas a las que, siendo expertos en deportes de montaña, no les compensa tener el equipo en propiedad ya que no los practican con frecuencia.