El conjunto español de gimnasia rítmica puso hoy fin a su larga travesía por el desierto con una cuarta plaza en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sólo por detrás de las superpotencias Rusia, Bielorrusia e Italia, campeona del mundo cuya actuación fue hoy muy sobrevalorada por los jueces.

Las españolas obtuvieron 54,950 puntos, a 500 milésimas del podio. Las rusas se fueron hasta los 57,000, las bielorrusas recibieron un 55,500 y las italianas un 55,450.

Rusia revalida así, con absoluta superioridad, un título que ha ganado ininterrumpidamente desde Sydney 2000.

Alejandra Quereda, Sandra Aguilar, Loreto Achaerandio, Lidia Redondo y Lourdes Mohedano, que actuaron en el ejercicio de cinco pelotas, y Elena López, que sale en lugar de Achaerandio en el de aros y cintas, devolvieron al conjunto español de rítmica a la elite de la gimnasia, cuya cima tocó con el oro olímpico en Atlanta'96. Desde entonces, la final de Atenas 2004 había sido su mejor resultado. En Sydney 2000 y Pekín 2008 ni siquiera superó la ronda previa.

Pero hay conjunto para estar en el podio. España, quinta en la fase de clasificación con 54,550 puntos, subió en la final de hoy una plaza y sumó 54,950 tras mejorar la nota en los dos ejercicios.

Con el de cinco pelotas las chicas estuvieron sueltas, mucho más relajadas que en la primera jornada, y recibieron 27,400 puntos. Las jueces valoraron sobre todo la interpretación artística. Superiores aún, como es habitual, con los aros y las cintas (27,550), llegaron sin apuros a todos los lanzamientos y recogieron los aparatos en su momento, al compás de la malagueña que las ha acompañado en todas sus últimas competiciones.

Los técnicos españoles intentaron incluso arañar unas milésimas con una reclamación sobre su última nota, pero fue rechazada.

Bulgaria, que había quedado tercera tras la rotación inicial, falló en el segundo ejercicio al caer una cinta al suelo. A falta de las grandes favoritas -Rusia, Italia, Bielorrusia y Ucrania-, España seguía primera. Necesitaba superar a dos para subir al podio.

Con las rusas no se podía contar. Estuvieron en otra dimensión. Pese a momentáneas descoordinaciones, los riesgos técnicos de sus ejercicios son tantos que su oro no se puede discutir. Ningún conjunto hace volar las cintas como el de Rusia. Con las dos notas de 28,700 y 28,300 acumuló un botín de 57,000 inalcanzable.

Luego llegaron las italianas y, con ellas, el ejercicio que indignó hasta las lágrimas a las entrenadoras españolas, Anna Baranova y Sara Bayón.

Cuando apuraba su presentación, Italia lanzó una cinta fuera del tapiz. Pese a un fallo tan evidente y a una penalización de 0,200, su nota de 27,325 la colocaba por encima de España. Con una puntuación más ajustada quizá hubiera quedado igualmente en el podio, pero con menos distancia sobre las españolas. Las italianas, ganadoras de los tres últimos mundiales, hicieron valer el peso de su nombre para colgarse la medalla.

Bielorrusia cerró su participación con una bella composición que le aseguró la plata y Ucrania, finalmente, no incomodó en ningún momento la cuarta plaza de España.

Con su victoria de hoy y la de Evgeniya Kanaeva ayer en la final individual Rusia vuelve a hacer pleno en la rítmica de Londres 2012, como ha hecho ininterrumpidamente desde Sydney 2000.

El conjunto ganador del oro no solo es completamente nuevo respecto al de Pekín 2008, sino que ha cambiado a dos gimnastas respecto a los Mundiales de 2011, tal es la riqueza de su cantera. Las jóvenes Anastasia Bliznyuk, Uliana Donskova, Ksenia Dudkina, Alina Makarenko, Anastasia Nazarenko y Karolina Sevastyanova cantaron a voz en grito el himno ruso, exultantes sobre el podio, en una emocionante imagen que puso fin a la gimnasia olímpica hasta dentro de cuatro años.