Durante los últimos años, la ciudad de Vigo ha incorporado tecnología LED gallega de última generación en su infraestructura de alumbrado público. Intervenciones como las llevadas a cabo en la calle Rosalía de Castro o Camelias ejemplifican junto a otras la apuesta pionera por sistemas LED donde la calidad lumínica converge con los máximos estándares de eficiencia energética y fiabilidad tecnológica; tres parámetros claves a la hora de evaluar la eficacia de todo proyecto de alumbrado público.

La integración de módulos ópticos LED orientables en faroles ornamentales pre-existentes permitió alcanzar ahorros medios (Kw/hora/año) entre el 60% y el 70%, optimizando el coste total de propiedad (TCO) gracias a rendimientos de luminaria entre los 120-140 Lm/w y a distribuciones fotométricas adaptadas a disposiciones viales altamente complejas.

Este último parámetro representó un gran reto dada la escasa altura de los faroles existentes, inferiores a 5,5 m, y la gran anchura de las vías con doble carril y rotondas, lo cuál exigió el desarrollo de fotometrías con un elevado grado de amplitud para lograr altos niveles de uniformidad en la calzada.

El potencial de ahorro inherente a la tecnología LED representa a su vez una gran oportunidad para mejorar la experiencia de los ciudadanos en su entorno urbano.

Calidad lumínica

En este sentido, bajos niveles de deslumbramiento para peatones y conductores, temperaturas de color neutras (3800K - 4200 K) y altos índices de reproducción cromática (CRI) superiores al 80%, constituyeron parámetros de calidad lumínica prioritarios en los proyectos previamente citados.

Concretamente, el CRI indica según la CIE (Comisión Internacional de Iluminación) cómo vemos los objetos bajo una determinada fuente luminosa respecto a como los veríamos bajo la luz solar un día despejado. Todo ello permite a los vigueses incrementar su nivel de agudeza visual y capacidad para percibir los matices de color del entorno respecto a fuentes de luz con bajos índices CRI, inferiores al 65%, lo cual redunda en mayores niveles de seguridad vial y confort visual.

La tecnología LED seleccionada en estos proyectos concentra el 81% de su cadena de valor fabril en la comunidad autónoma gallega y el 95% en España.

Gran parte de los componentes electrónicos son fabricados en la ciudad olívica por una prestigiosa auxiliar de la automoción. Así mismo, sus elementos mecánicos proceden de grandes extrusionadoras de aluminio gallegas e industrias transformadoras del acero, mientras la fabricación final de las luminarias se realiza en las líneas de integración de una marca de alumbrado pontevedresa y único fabricante nacional existente en el norte peninsular.

De esta forma, estos proyecimpulsados por el Concello de Vigo y ejecutados por su compañía mantenedora potencian la generación de empleo y contribuyen al desarrollo de una industria de proximidad, la cual podría generar potencialmente más de 3000 puestos de trabajo en Galicia.

Las luminarias LED desarrolladas y fabricadas por este consorcio industrial están presenten en más de 15 países, iluminan 85 ayuntamientos y administraciones públicas centroeuropeas, entre las que destacan instituciones almamente exigentes como el ayuntamiento de Ámsterdam y el puerto más grande de Europa: Rotterdam.