El aumento de los precios de las fuentes energéticas, especialmente la electricidad y el gas, ha acrecentado en los últimos meses la sensibilidad ya existente en la sociedad acerca de la necesidad de un uso eficiente de la energía, tanto por parte de las empresas como de los hogares.

Esto se suma a la extensa regulación existente sobre eficiencia energética en nuestro país y a la presión en este sentido de las políticas de la Unión Europea, que evolucionan hacia posturas más rigurosas, obligando a los estados miembros a adoptar normativas cada vez más severas en el corto y medio plazo.

A la hora de abordar la eficiencia energética, deben tenerse en cuenta todas las medidas orientadas a un mejor aprovechamiento del consumo de fuentes de energía convencionales (electricidad, gas, combustibles de origen fósil, etc.), así como la certificación energética de edificios (envolvente térmica y mejora del rendimiento de las instalaciones), la instalación de equipos más eficientes energéticamente (calderas de condensación y/o baja temperatura, aerotermia, etc.), el alumbrado de bajo consumo (tecnologías LED) y la recuperación de energía en sus diversas formas.

Otros recursos a considerar serían las habitualmente denominadas “energías renovables” o “energías alternativas”: energía geotérmica, energía solar térmica, biomasa y biocombustibles, energía eólica, las bombas de calor, las instalaciones fotovoltaicas, la micro-cogeneración y las pilas de combustible, etc.

En este sentido, es siempre importante recordar que la primera y más eficiente forma de energía renovable es siempre el ahorro energético, porque como se suele decir: “La energía más eficiente es aquella que no se consume”.

El mejor momento para aplicar criterios de eficiencia energética es en el proyecto integral de las instalaciones, adaptándolas a las características del edificio y de su entorno, buscando una ejecución de calidad y planificando un mantenimiento esmerado para garantizar su eficiencia, rendimiento y rentabilidad. Los cálculos económicos deberán llevarse a cabo teniendo en cuenta todos los costes (proyecto, instalación, explotación y mantenimiento) a lo largo de toda la vida prevista de la instalación, así como la previsible evolución de los precios de los recursos energéticos utilizados.

No menos importante y necesario es un estudio detallado de tarifas que permita reducir el coste económico de la energía consumida para los usuarios, teniendo en cuenta las particularidades del suministro. Dicho estudio deberá revisarse periódicamente para adecuarse a las actualizaciones periódicas de las tarifas, e incluso a las posibles ofertas de las compañías comercializadoras de energía. Es un hecho que una adecuada selección de la potencia y de la modalidad de tarifa contratadas puede suponer un importante ahorro en la factura anual de energía eléctrica de una vivienda o de una empresa sin afectar al confort y a las prestaciones.

Es evidente que los profesionales que intervengan en el proyecto, instalación y mantenimiento de las soluciones de eficiencia energética deben poseer una elevada cualificación para llevarlas a buen término con garantías de éxito. En especial, los proyectistas deberán contar con una formación multidisciplinar, relativa tanto a la capacitación técnica como al conocimiento de las soluciones disponibles en el mercado, que les permita abordar el estudio con un enfoque amplio, contemplando todas las alternativas disponibles para seleccionar las más adecuadas a cada caso en particular.

Desde los Colegios profesionales, como garantes que somos ante la sociedad de la buena práctica de la profesión y de la promoción de nuestros colegiados, se llevan a cabo importantes esfuerzos para capacitar excelentemente a los profesionales en el campo de la eficiencia energética. En particular, el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de la rama Industrial e Ingenieros Técnicos Industriales de Vigo (Coitivigo) es consciente de la demanda de información sobre estos temas, y conjuntamente con los organismos oficiales competentes ha organizado en los últimos años numerosos cursos y jornadas técnicas sobre distintas estrategias y soluciones técnicas encaminadas a alcanzar el mayor nivel de eficiencia energética, con gran satisfacción de los participantes en estas actividades.

Como muestra de su servicio a la sociedad, Coitivigo se ofrece para desarrollar soluciones de eficiencia energética adecuada a cada necesidad para proporcionar información sobre posibles alternativas, y en su caso poner a su disposición a nuestros profesionales competentes en este campo de actividad, que llevarán a cabo un estudio más detallado del problema y propondrán soluciones óptimas al mismo, tanto en coste como en funcionalidad. Consideramos a nuestros colegiados como profesionales de referencia en el ámbito de la eficiencia energética, con conocimiento pleno y actualizado de las técnicas, buenas prácticas y criterios de selección y dimensionamiento, como corresponde a nuestra labor de formación continuada y multidisciplinar que es un referente a nivel de Galicia.

El objetivo último de la eficiencia energética debe ser siempre garantizar la calidad de vida de los usuarios con criterios de sostenibilidad medioambiental, a la vez que reducir la factura energética de particulares, empresas e instituciones, y del Estado en general, y es nuestra responsabilidad colectiva realizar un esfuerzo hoy para garantizar un mañana mejor a la nuestra y a las futuras generaciones.