Desde que las directivas europeas que hacen referencia a la eficiencia energética entraron en vigor, FONCALOR, como asociación que engloba las empresas instaladoras referentes de la provincia de Pontevedra, se marcó como objetivo prioritario la difusión de todos aquellos aspectos vinculados a la eficiencia energética.

Para ello, se puso en marcha un ambicioso programa de formación a las empresas asociadas e información al público final. Con la colaboración de fabricantes, técnicos del equipo asesor de la asociación y otros agentes sociales, se creó un plan de trabajo orientado hacia la formación de las empresas instaladoras socias en la adopción de las buenas prácticas profesionales para la incorporación de las nuevas tecnologías que venían de la mano bajo el concepto de eficiencia energética.

Surgían nuevos términos, como el etiquetado energético que tanto impacto causarían en los hábitos de consumo y que hoy ya forman parte de nuestro día a día.

Como quiera que Foncalor agrupa a más de 300 empresas instaladoras en el ámbito de la instalación y mantenimiento térmico, refrigeración, eléctrico y afines, contando entre sus asociados con las empresas instaladoras más representativas del sector en la provincia, el plan de actuación en la implantación de las nuevas tecnologías asociadas a la eficiencia energética debería garantizar su éxito dado el impacto que Foncalor tiene sobre el sector.

Se realizaron diversas acciones divulgativas, desde jornadas informativas en colaboración con la Universidad de Vigo, hasta charlas comarcales con empresas instaladoras locales. De igual forma, la colaboración tanto con los fabricantes como con la Administración Pública, tuvo un papel relevante, todo ello coordinado por la Comisión de Gestión del Conocimiento de Foncalor, formada por empresas instaladoras y técnicos de gran experiencia y largo recorrido profesional. En este sentido, los resultados alcanzados fueron satisfactorios, logrando que el concepto eficiencia energética, con todo lo que ello significa, formará parte integral del trabajo realizado por las empresas instaladoras asociadas.

El impacto de las tecnologías de la eficiencia energética en el consumidor final es significativo, marcando un antes y después en los conceptos de consumo de energía, al menos desde el punto de vista del usuario final, obligándolo a ser más exigente a la hora de escoger un equipo, realizar una reforma o buscar el instalador adecuado.

Por su parte, las empresas instaladoras y mantenedoras han tenido que hacer un gran esfuerzo para adaptarse tanto a las nuevas tecnologías, como al nuevo modelo de mercado que surgía al amparo de los planteamientos de eficiencia energética y respuesta medio ambiental.

Reducir el consumo energético es una labor de todos, un gran compromiso social. Mejorar los hábitos en el consumo de calefacción y agua caliente sanitaria, iluminación eléctrica o la utilización de electrodomésticos más eficientes, son algunas de las líneas de trabajo en las deben seguir avanzando, tanto los fabricantes, como las empresas instaladoras y los consumidores finales.

Nuevo rol de los instaladores en un escenario más comprometido con el medio ambiente

En este nuevo escenario, los instaladores asumen un nuevo rol, en un entorno social más comprometido con el medio ambiente y el ahorro energético. Por su parte, Foncalor ha llevado a cabo un proceso exhaustivo de formación e información de sus asociados, de manera que las empresas conozcan los requisitos exigidos en el nuevo marco de prestación de servicios, garantizando así la buena praxis y defensa del consumidor final.

Uno de los grandes problemas que afectan al sector y al consumidor final es el intrusismo, una lacra contra que todas las partes implicadas tienen que luchar. Al amparo de los nuevos mercados y oportunidades de negocio que supone la eficiencia energética, surge una vez más la figura del oportunista que sin las acreditaciones y permisos legales pertinentes llega al mercado ofreciendo sus servicios de forma desleal e incluso ilícita, perjudicando siempre a la parte más débil que es el consumidor final.

En este sentido, Foncalor ha venido adoptando medidas preventivas y colaborando con la Administración Pública, para la denuncia de aquellos instaladores no regularizados y en defensa del mercado residencial. En el teléfono habilitado pare ello en Foncalor se reciben continuas consultas de particulares para solicitar instaladores homologados y con las acreditaciones profesionales en regla, ya que la demanda de buenos profesionales por parte de los usuarios finales, así como el respeto a lo que establece la normativa legal, es cada vez mayor.