Los presuntos miembros de ETA que abandonaron precipitadamente el jueves por la mañana un coche en las proximidades de Ayamonte (Huelva) dejaron en el interior del vehículo un ordenador portátil, que está siendo analizado por la Guardia Civil, así como un mapa de Andalucía, informaron fuentes de la lucha antiterrorista. El hecho de que además del material explosivo, los terroristas viajasen con bolsas de ropa hace pensar a los expertos que el comando estaba trasladándose al sur de Portugal para asentarse allí.

En todo caso, la Guardia Civil encontró en el coche 115 kilos de nitrato amónico, 15 de polvo de aluminio -materiales utilizados para fabricar amonal-, diez temporizadores, ocho detonadores, cordón detonante y un aparato emisor-receptor de los que sirven para activar bombas a distancia. También se halló un manual de instrucciones para fabricar bombas redactado en euskera.

Según los testimonios recogidos en la zona, al menos uno de los terroristas, antes de abandonar el coche, revisó el contenido de algunas bolsas. Además, operarios que trabajaban en el acondicionamiento del acceso a una gasolinera próxima relataron a los agentes cómo dos horas después una pareja de motoristas llegaron subidos a una BMW de gran cilindrada. Uno de ellos, sin quitarse el casco, rompió una ventanilla de un cabezazo, abrió el coche, sacó varias bolsas y, tras revisarlas, se llevó dos.

Sin embargo, la Guardia Civil sopesa la posibilidad de que estas dos personas no sean miembros de ETA sino delincuentes comunes de la zona. Las sospechas de los agentes se ven reforzadas por lo arriesgado que resultaría para unos "liberados" (a sueldo de la banda) robar una motocicleta de gran cilindrada y "doblar" sus matrículas o para un "legal" utilizar uno de estos vehículos de su propiedad.

La precipitación con la que el ocupante del vehículo con los explosivos huyó del lugar y fue recogido por el supuesto coche-lanzadera disculparía que en el interior del Ford Focus haya aparecido documentación personal y el ordenador portátil que ya fue enviado a Madrid. A los investigadores les extraña que los terroristas acudiesen a recoger elementos "comprometedores" en la motocicleta y, aún así, olvidasen los antes citados.

En medio de un gran hermetismo, la Policía lusa admite la posibilidad de que haya infraestructura de ETA en el país. La empresa propietaria del vehículo, Rentilusa, explicaba que el coche utilizado para transportar los explosivos fue cedido a otra compañía de alquiler, identifica en medios locales como Ride On, que alquiló el coche a una persona llamada U. Arrieta (Unai Arrieta, un miembro de la banda), aunque fuentes de la investigación dudan de que fuera él el que alquilara el coche y podría haber dejado su documentación a otro terrorista.