Una vez remolcados todos los vagones, los trabajos se centrarán ahora en reparar los doscientos metros de vías y cuatrocientos de tendido eléctrico que resultaron dañados a causa de este descarrilamiento, explicó hoy el gerente operativo de Barcelona de Adif, Joaquín Zafra, en rueda de prensa.

Aseguró que "los trabajos avanzan según el calendario previsto inicialmente", por lo que el servicio, de no haber imprevistos, se podrá reprender con normalidad a primera hora del próximo lunes.

Con la ayuda de dos grúas de grandes dimensiones, los técnicos de Renfe han trasladado los tres vagones del convoy siniestrado de la vía 2 a la 4, que es la que se dirige al aeropuerto de El Prat.

Posteriormente estudiarán si el tren se puede evacuar de la zona por la misma vía o bien se ha de transportar en carretera, como tuvieron que hacer ayer con el vagón cafetería del Euromed que quedó totalmente destrozado después del accidente.

Zafra destacó el gran despliegue humano y técnico que se ha llevado a cabo para devolver en el menor tiempo posible la normalidad al servicio de Cercanías.

"En la retirada del tren de las vías trabajan unos 150 operarios con maquinaria de gran tonelaje, como por ejemplo las grúas con las que se han sacado los vagones", dijo Zafra.

Por su parte, el responsable de Cercanías de Renfe en Barcelona, Miguel Ángel Remacha, aseguró que esta noche, coincidiendo con la celebración de la verbena de San Juan, se reforzará el servicio de autobús alternativo para garantizar la movilidad de los viajeros.

"Entendemos que no podremos dar el mismo servicio con los autobuses que con el tren, pero el sistema alternativo nos permite transportar 5.000 personas por hora y sentido, y es una capacidad de transporte respetable", dijo Remacha.

El accidente ha obligado a suspender la circulación de la línea de Cercanías C-2 (Maçanet-Sant Vicenç de Calders) entre las estaciones de Gavà y Sants, así como la C-10, que enlaza la estación de Francia de Barcelona con el aeropuerto de El Prat, en su totalidad.

La afectación, no obstante, también ha repercutido en los trenes de media y larga distancia, que se desvían por Vilafranca del Penedés (Barcelona), con retrasos medios de entre dos y tres horas, y en otras líneas de Cercanías, que puntualmente pueden sufrir demoras de escasa importancia.