Desde Dakar, donde participa en el primer encuentro hispano-senegalés, Rubalcaba al ser preguntado sobre si en el ordenador que se halló en el coche abandonado en la cuneta de la salida 129 de la A-49 "no tenía objetivos concretos establecidos". El ministro del Interior también reveló que el vehículo interceptado por la Guardia Civil "no había viajado mucho" y "no tenía muchos kilómetros hechos". Por esta razón, aseguró que "no son ciertas" las informaciones sobre un supuesto viaje a Francia por parte del comando.

También insistió en que el hecho de que dos etarras salieran huyendo se debió al dispositivo policial desplegado en la frontera con Portugal, lo que confirma "que abandonaran todo lo que llevaban". Y entre los efectos que los etarras dejaron atrás en su precipitada huída, además del ordenador portátil, también había dos teléfonos móviles.

LOS TERRORISTAS NO VOLVIERON

El hallazgo de estos dos teléfonos vendría a reforzar una de las hipótesis con la que trabajan los investigadores, la de que las dos personas que montadas en una moto que se detuvieron delante del coche abandonado y recogieron dos bolsas pudieran ser delincuentes comunes y no los etarras, como se pensó en un primer momento. No parece lógico que si los etarras volvieron al vehículo para recoger los elementos más comprometedores, se dejaran allí un portátil y dos móviles.

Además ya está confirmada la identidad de la persona que alquiló el pasado martes el vehículo que la Guardia Civil halló cargado con más de 100 kilos de explosivos. Fue Unai Arrieta el que alquiló el coche, que debería haber sido devuelto el jueves, en la empresa lisboeta Rentilusa Locaçao. Arrieta que pudo haber hecho esta gestión con documentación auténtica por su condición de miembro legal, es decir, no fichado de ETA.