El líder del PSOE, Pedro Sánchez, está estudiando la posibilidad de presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como respuesta política a la sentencia del "caso Gürtel". Sánchez, que estuvo toda la tarde reunido en Ferraz con parte de la dirección y no hizo declaraciones públicas, convocó para hoy una reunión extraordinaria de la ejecutiva para tomar una decisión. Según diversas fuentes, hasta última hora de la tarde de ayer, el líder socialista no se había puesto en contacto con los "barones", aunque alguno le llamó de "motu proprio" para hablar del asunto.

Así, la secretaria general del PSN, María Chivite, que habría animado a Sánchez a explorar la posibilidad de la moción censura, según señaló en Twitter. "Es inasumible en un sistema democrático tener al frente del Gobierno a un partido condenado por corrupción. Así se lo he transmitido a @sanchezcastejon, necesitamos represtigiar las instituciones, fortalecer la democracia #MociondeCensura", escribió.

El secretario general de los socialistas asturianos, Adrián Barbón, también se pronunció a favor de la moción de censura a través de la misma red social. En cambio, fuentes cercanas al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aseguran que éste no decidirá si apoya o no dicha moción "sin haber hablado antes con Sánchez y que explique qué propone".

Desde el PSOE andaluz se ve improbable la moción de censura, ya que están convencidos de que Cs no la respaldará y creen que sería "volver a hacer el ridículo".

El PP y el Gobierno minimizaron la sentencia e insistieron en desligarse de los condenados, mientras que Ciudadanos advirtió que se replanteará su apoyo en esta legislatura y Podemos reclamó al líder del PSOE que presente una moción de censura.

El PP anunció al mediodía que recurrirá el fallo y el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, llegó a calificarlo incluso de "equivocado y erróneo".

El Ejecutivo, por su parte, destacó que los hechos a los que se refiere la sentencia no le "afectan en modo alguno" y que "nadie en la dirección del PP, ni en la actual ni en las anteriores, conoció y menos aún amparó ninguna práctica irregular".

En todo momento han argumentado los populares que el partido no ha recibido una condena penal y que la propia figura de responsable lucrativo admite que el PP desconocía los hechos.