El conocido como sector 'pablista' de Podemos, que el pasado congreso de Vistalegre II se posicionó junto al secretario general, Pablo Iglesias, se ha volcado con el líder 'morado' y su pareja y portavoz parlamentaria, Irene Montero, desde el inicio de la votación que la dirección ha puesto en marcha este martes para que los inscritos decidan si los principales dirigentes de la formación deben dimitir, en el caso de que consideren que su credibilidad se ha visto comprometida tras comprar una casa de más de 600.000 euros en la sierra madrileña.

Esta petición de "apoyo masivo" por parte de los principales dirigentes de la formación cercanos a Iglesias y Montero, así como el respaldo de gran parte de los líderes territoriales y del dirigente y diputado Íñigo Errejón --y con él, de su sector 'errejonista'--, contrasta con la postura crítica y de distanciamiento que ha adoptado el sector anticapitalista, cuyos principales referentes han rechazado la consulta, que finaliza el próximo domingo a las 14.00 horas.

De hecho, algunos de los integrantes más destacados de este sector, como el portavoz de la corriente y diputado en Madrid, Raúl Camargo, o la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, han anunciado su intención de no participar.