El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, apoyará que el Gobierno rechace el nombramiento como miembros del nuevo Govern de Cataluña a personas en prisión o huidas en el extranjero y que en consecuencia mantenga la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Sánchez así lo asegura en una entrevista en La Razón, en la que critica la decisión del nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, de incorporar a su gabinete dos exconsellers en prisión preventiva, Jordi Turull y Josep Rull, y a otros dos huidos en Bélgica, Antoni Comín y Lluís Puig.

"Antes que una provocación, que lo es, es un acto de degradación de la institución de la Generalitat perpetrado por su propio president", afirma el líder socialista.

En su opinión, "el autogobierno le interesa muy poco a quien nombra a consejeros a sabiendas de que no podrán ejercer sus funciones y tampoco someterse al control político de su hipotética gestión".

Pero advierte de que Torra "se equivoca, si cree que el principal destinatario de su desprecio es el Estado; lo son todos los ciudadanos de Cataluña".

Sánchez cree que tanto estos nombramientos como el rechazo a que en su toma de posesión hubiera presencia del Estado muestran que la voluntad de diálogo del nuevo presidente de la Generalitat es "nula".

Incide, además, en la necesidad de que la aplicación del 155 sea pactada, trascienda las siglas de un partido político y que todas las fuerzas que aspiran a gobernar sean generosas y antepongan el interés general al partidario.

"Cuestionar la unidad en torno a la estrategia inmediata con la Generalitat, como está haciendo Albert Rivera, me parece una irresponsabilidad, porque está debilitando la respuesta ante el independentismo", afirma Sánchez.