El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió ayer su baja en UGT en una carta que dirigió al sindicato para quejarse del "apoyo" ofrecido por la central a los políticos independentistas presos en la manifestación del pasado domingo en Barcelona.

Rivera lamenta la presencia de UGT en una marcha para reclamar la excarcelación de imputados por delitos "tan graves como rebelión o sedición o malversación". Además el presidente de Cs publicó un mensaje en Twitter en el que afea al sindicato la filtración de su carta y critica que UGT, al que se afilió en 2002, "en vez de defender los derechos de los trabajadores en Cataluña, ha decidido defender a Puigdemont y a todos los que han intentado romper nuestra democracia". "Adiós", concluye.

Intervención de Puig

Por otro lado, el Gobierno decidirá en el Consejo de Ministros de hoy qué medidas toma en respuesta a la intervención del exconsejero catalán Lluís Puig, fugado a Bruselas, en un acto en la sede de la delegación de la Generalitat en Bruselas, la única que permanece abierta desde la aplicación del artículo 155.

La invitación a Puig para la presentación de un libro "tendrá consecuencias inmediatas", aseguraron fuentes de Exteriores, que había dado "instrucciones precisas de que no se organizara ningún tipo de acto político en la sede". Puig es el primer miembro del Govern de Puigdemont que entra en la sede desde la destitución de su representante permanente, Amadeu Altafaj, el pasado 30 de octubre.