Podemos quiso dar por zanjada ayer con un solo golpe la crisis abierta por el documento en el que Carolina Bescansa dibujaba una alianza con Íñigo Errejón para desplazar a Pablo Iglesias del liderazgo del partido. El secretario general se presentó ayer como el introductor de la candidatura de unidad con la que Errejón y Ramón Espinar, el máximo responsable de la organización en Madrid, dan por cerrado el enfrentamiento interno entre las dos familias que se disputan el control del partido en el ámbito regional. A falta de conocer con detalle la futura lista electoral, Bescansa ya no figura como número dos de Errejón y desaparece de escena, a la espera de posibles decisiones disciplinarias.

Iglesias trató de desactivar la crisis generada por el documento estratégico de Bescansa, que la socióloga gallega califica de mero borrador y cuya filtración atribuye a una error de su equipo, con una comparecencia junto al secretario de Análisis Estratégico, Errejón, y a Espinar, secretario general del partido en Madrid. Hizo de introductor de la rueda de prensa y, sin citar a la diputada y fundadora del partido, advirtió que "no hay ninguna ambición personal que pueda estar por encima de las razones por las que nació Podemos". Después manifestó su confianza en el que en otro tiempo fuera su "número dos" y anunció el acuerdo entre los sectores que, hasta hace pocos días, contendían por el control de las candidaturas a las elecciones regionales del próximo año y abandonó la escena sin aceptar preguntas de los periodistas.

Errejón desarrolló después algunos aspectos de ese pacto para concurrir junto con el sector de Espinar a las primarias del partido. El pacto le garantiza encabezar la lista para presidir la Comunidad de Madrid y que personas de su confianza ocupen el sesenta por ciento de los puestos. El porcentaje restante de la candidatura que deberán formalizar hoy, último días de plazo, queda en manos de Espinar, quien irá de número tres. El segundo lugar, que inicialmente iba a ocupar Carolina Bescansa, queda por definir.

La decisión de las direcciones estatal y regional de adelantar a mayo el proceso de primarias madrileño no gustó a Errejón, quien también mostró sus disconformidad con el reglamento propuesto por Espinar, que preveía un proceso en dos tiempos, para elegir primero al candidato y después al resto de la lista. Ahora el acuerdo garantiza las condiciones fijadas por Errejón para ser candidato del partido en Madrid. El secretario de Análisis Estratégico gozará de autonomía para designar a su equipo de confianza, que lleva preparando desde hace un año, y tendrá el control de la campaña. "Siempre dije que no encabezaría una candidatura que no revistiera las condiciones mínimas de autonomía", explicó Errejón, para quien el pacto de unidad garantiza que "hagan que prevalezca la cooperación y nos pongan a trabajar juntos".

Los promotores de la candidatura unitaria intentan incorporar ahora a otros sectores del partido que quedaron al margen, como los anticapitalistas que lidera la actual portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta. Esa posible integración resulta más que dudosa después de que Ruiz-Huerta rechazara ayer incorporares a la lista de Errejón. Afirma que no está en política para "repartirse sillones" y sostiene que "de forma acelerada" Podemos se está convirtiendo en un partido "tradicional", algo de lo que la portavoz madrileña rechaza "formar parte". Podemos en Movimiento, la corriente que lidera Ruiz- Huerta no concurrirá a unas primarias que son "un bochorno por las peleas internas".