El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, manifestó ayer su malestar por la decisión de la justicia alemana de admitir la acusación por delito de rebelión a la hora de determinar sobre la extradición del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. El líder independentista, procesado por el Supremo por rebelión y malversación, está en libertad provisional en Alemania a la espera de que los jueces decidan sobre su extradición por este último delito.

"Me gustaría que me explicaran los jueces alemanes lo que entienden por violencia", se quejó el titular de Interior, quien resaltó que informes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han acreditado más de 300 actos violentos durante el proceso independentista en Cataluña. La justicia germana desestimó la entrega por rebelión al considerar que para que se dé esa figura se requiere una "violencia" tal que doblegue al "órgano constitucional" frente el que se ejerce la rebelión. Respecto a la iniciativa alemana de pedir a España datos complementarios para decidir si Puigdemont incurrió en malversación, Zoido aseguró que en las movilizaciones independentistas se usó dinero público.

Sobre esta cuestión de la malversación, la Fiscalía de la Audiencia Nacional fue más lejos que Zoido. La Fiscalía recordó a las autoridades alemanas que, en lo que a ella respecta, "en ningún caso" entra a valorar el fondo de las acusaciones al adoptar una postura en la tramitación de euroórdenes. Así, recuerda que acaba de informar favorablemente ante el Juzgado Central de Instrucción número 2 una euroorden cursada por Alemania por unos presuntos delitos de contrabando y evasión fiscal contra un ciudadano con pasaporte británico.