El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, consumó ayer la dimisión anunciada el 23 de marzo por su doble procesamiento por delitos de corrupción. Es la tercera vez en diez años que Alicante se queda sin regidor por causas judiciales, tras la salida de Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo, ambos del PP, por presunta corrupción urbanística. Echávarri ha sido por el fraccionamiento de contratos y el despido de una interina, cuñada del portavoz local del PP.