El anuncio de que Puigdemont saldrá en libertad y el rechazo de los jueces alemanes a imputarle un delito de rebelión desató ayer la euforia en el seno del soberanismo y abrió paso a nuevas estrategias. El mismo día en que, contra el criterio del Constitucional y por decisión de la Mesa, el expresidente pudo hacer efectivo su voto en el Parlament a través de la delegación en Elsa Artadi, la CUP reforzó su exigencia de investir de nuevo a Puigdemont como acto de desafío al Gobierno central. "La liberación de Carles Puigdemont en Alemania es una victoria republicana, confirmémosla ya invistiéndolo president", instaba en las redes sociales el líder cupero Carles Riera.

Ayer mismo, Jordi Sànchez, encarcelado en Soto del Real, había aceptado la posibilidad de ser propuesto de nuevo para presidir la Generalitat, pese a que no puede ser investido en ausencia y el juez no autoriza su salida de la cárcel para acudir a la Cámara catalana. Sànchez era otra vez la opción de JxCat, que anticipaba ya la posibilidad de sustituirlo en el futuro por Puigdemont. La decisión de los jueces alemanes abre paso a que siga el baile de candidatos. Mientras, corre el plazo, que finaliza el 22 de mayo, hacia nuevas elecciones si no hay presidente de la Generalitat.

Frente a la gélida reacción del Ejecutivo de Rajoy, que se limitó a manifestar su respeto por la decisión de los jueces, el independentismo celebraba como una victoria la decisión alemana sobre el expresidente. El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, destacó el "gran contraste" entre una justicia alemana que "aplica el derecho" y deja en libertad a "inocentes" y una justicia española que se mueve por "condenas previas" a las sentencias

La decisión del tribunal alemán "abre un tiempo nuevo" para resolver el conflicto de Cataluña, sostiene el PNV, que considera que "no hay Justicia en Europa que homologue un delito de rebelión sin violencia".

Entre los partidos constitucionalistas las reacciones fueron dispares. Mientras que el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, el mayor grupo de la Cámara, Carlos Carrizosa, sostenía que "los políticos no pueden ser impunes", el líder del PSC, Miquel Iceta, aseguraba que la decisión de la Audiencia alemana "nos parece bien".