"No claudicaré, no renunciaré, no me retiraré ante la actuación ilegítima de los que han perdido en las urnas". El expresidente catalán Carles Puigdemont lanzó ayer este contundente mensaje a través de Twitter desde la prisión alemana de Neumünster. En el tuit, el diputado de Junts per Catalunya denuncia "la arbitrariedad de los que están dispuestos a pagar el precio de abandonar el Estado de derecho y la Justicia por la unidad de la patria".

La Policía germana detuvo el domingo a Puigdemont en el norte de Alemania en respuesta a una euroorden activada por el juez del Supremo Pablo Llarena.

La Fiscalía General de Schleswig-Holstein, el Estado federado donde fue arrestado el expresident, estudia la pertinencia de abrir un proceso de extradición por los delitos de rebelión y malversación de dinero público. Si su respuesta fuera afirmativa, el asunto pasaría a manos del Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein, que deberá decidir sobre la entrega. No obstante, se espera que la decisión de la Fiscalía no llegue hasta el próximo martes.

En el caso de que el Tribunal Superior del "Land" decida entregar a Puigdemont a España, el Gobierno de Angela Merkel no pondrá veto alguno, según avanzó el viernes la revista alemana "Der Spiegel" citando a fuentes cercanas al Ejecutivo. La razón es que un paso así de la Cancillería sería visto como una afrenta jurídico-política hacia los estados federados.

Con todo, el abogado alemán de Puigdemont confió en que "el Gobierno alemán -igual que han hecho ya otros gobiernos de otros Estados europeos- emplee la posibilidad prevista expresamente por la ley y no consienta la extradición de Carles Puigdemont".