La exconsejera de Educación, Clara Ponsatí, quedó ayer en libertad bajo fianza a la espera de que se resuelva sobre su entrega a España tras comparecer ante un tribunal escocés. Ponsatí, que huyó a Bélgica con Puigdemont y otros cuatro miembros del Govern depuesto en aplicación del 155, rechazó su extradición a España y negó haber cometido los delitos de rebelión y malversación que el juez del Supremo Pablo Llarena le imputa en el auto de procesamiento de la causa por el desafío independentista.

Profesora en la Universidad escocesa de Saint Andrews, a donde regresó hace pocos días después de más de cuatro meses de permanencia en Bruselas, la exconsejera se personó ayer en compañía de su abogado en una comisaría de Edimburgo en respuesta a la euroorden de busca y captura. Tras comparecer ante un juzgado de Primera Instancia de la ciudad escocesa, Ponsatí quedó en libertad bajo fianza y le fue retirado el pasaporte. La vista en la que se decidirá su extradición está fijada para el 12 de abril.

Su abogado, Aamer Anwar, sostuvo que la petición de detención y los delitos que se le imputan en España responden a "una motivación política y son una grotesta distorsión de la realidad". La exconsejera negó ante el juez que el proceso independentista generara violencia y sostuvo que el objetivo era "expresar el derecho democrático para decidir su destino".

La exconsejera recaudó ayer 166.000 libras tras poner en marcha una campaña de micromecenazgo para financiar los gastos de su defensa. El dinero ingresado en pocas horas desbordó la petición inicial de la exconsejera, que se limitaba a 40.000 libras.