Cataluña vivió ayer una jornada salpicada de incidentes en algunas de sus calles y carreteras, así como en la estación barcelonesa de Sants. Los cortes de vías estuvieron protagonizados por los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), próximos a la CUP y a ERC, cuyo número se estima en unos 170 en toda la comunidad autónoma.

En Barcelona, un grupo de personas cortó hacia las 07.30 horas la avenida Diagonal a la altura de la plaza María Cristina, en el distrito de Les Corts, para pedir la libertad de los líderes secesionistas encarcelados. El corte se produjo tras una llamada de los CDR a través de las redes sociales.

Los manifestantes exhibían pancartas en las que podía leerse "Hacia la República. Huelga general", "Libertad presos políticos" y "Libertad. Os queremos en casa". También se registró un corte en la avenida Meridiana.

Ya desde antes se habían comenzado a registrar cortes en la AP-7, la autopista de peaje costera que enlaza la frontera francesa con la provincia de Castellón. Los primeros cortes fueron hacia las seis y media de la mañana a la altura de Figueras (Gerona). Unas dos horas después, esta vez en Tarragona, otros grupos cortaban la N-340, que discurre paralela a la AP-7, a la altura de Alcanar, cerca ya de la Comunidad Valenciana.

El Servicio Catalán de Tráfico optó por desviar la circulación de la AP-7 por la salida 2 (La Junquera) en sentido sur y por la salida 4 (Figueras Sur) para los vehículos que circulaban hacia el norte. En la N-340, al no ser posible este tipo de derivación, se causaron retenciones de varios kilómetros.

Hacia las diez y cuarto, un grupo de unos cien independentistas cortó la autopista A-2 en la provincia de Lérida, a la altura de Soses, y posteriormente, pasada la una de la tarde, a la altura de Llers (Gerona), donde provocaron retenciones de más de diez kilómetros. Poco después, sobre las dos y cuarto, quedaba reabierta la AP-7, que hacia las seis de la tarde volvió a ser cortada en Ampolla (Tarragona), al igual que la N-340 en su trayecto en paralelo.

En Barcelona, ya por la tarde, unas 500 personas se concentraron ante la estación ferroviaria de Sants, donde profirieron cantos de "Puigdemont, nuestro presidente" y "Huelga general". Algunos concentrados lanzaron proclamas contra el juez del Supremo Pablo Llarena y contra el Rey, a quien le dedicaron una estrofa de una canción del grupo "Mesclat" que dice: "El Rey quiere corona, que venga a Barcelona y el cuello le cortaremos". La concentración, que se dio por terminada hacia las ocho de la tarde, obligó a cerrar los accesos a la línea L-5 del Metro, pero no alteró la normalidad el tráfico ferroviario.