Los cuatro escaños de la CUP estuvieron en el centro de los llamamientos lanzados ayer para instar al desbloqueo de la crisis institucional catalana. Mientras los socialistas del PSC hacían responsables del bloqueo al expresidente Puigdemont y al exconsejero Comín, por no renunciar a sus escaños, el exvicepresidente Oriol Junqueras pedía a los cuperos soluciones en lugar de problemas.

Fue el socialista Salvador Illa, secretario de organización del PSC, el autor de la andanada contra dos de los huidos a Bruselas: "Puigdemont y Comín, con su personalismo y su negativa a renunciar a su escaño, han dado la llave de la investidura a la CUP, que intenta empujar a Cataluña hacia el desastre", afirmó Illa. El socialista pidió el fin de "los engaños", la aceptación del "principio de realidad" y que haya cuando antes un Govern que respete la legalidad.

También insistió Illa en que la persona que opte a ser presidente de la Generalitat debe poder desempeñar el cargo en plenitud de funciones y denunció que hasta ahora los grupos independentistas "han propuesto a personas que no reúnen las condiciones para poder hacer este trabajo en Cataluña", en referencia a Puigdemont y al encarcelado Jordi Sànchez.

El PSC ya anunció el sábado que hoy, lunes, presentará recurso de amparo ante el TC por el nuevo aplazamiento del Pleno de investidura decidido el pasado viernes por el presidente del Parlament, Roger Torrent. De este modo, pretenden que corran los plazos de la investidura y se abra el eventual camino a otros comicios.

Desde el independentismo, Junqueras (ERC) pidió a la CUP que "se implique y forme parte de la solución, no del problema". En una entrevista con "El Punt Avui", Junqueras reclamó a la CUP que ayude al resto del independentismo, ya que "si están, lo refuerzan" y si no, lo debilitan.

La negativa de los cuatro diputados de la CUP a apoyar el programa de JxC y ERC, sitúa al independentismo con 66 diputados, a los que hay que restar los escaños de Puigddemont y de Comín, lo que deja un frente de 64 escaños, insuficiente para investir a un candidato, incluso en la segunda votación, ya que se encontraría con 65 rechazos enfrente.

El cabeza de filas de la CUP, Carles Riera, que exige un programa republicano, afirmó ayer que la segunda propuesta de JxC y ERC, presentada el jueves, contiene "algún progreso" pero mantiene lejos la posibilidad de acuerdo. La diputada cupera Natàlia Sànchez sentenció que la nueva propuesta se sigue moviendo en un "marco autonómico".