Las 193 víctimas mortales de los atentados yihadistas de Atocha del 11 de marzo de 2004 recibieron ayer diversos homenajes. En Madrid, los actos estuvieron presididos por la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, y por la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, quienes depositaron una corona de laurel ante la fachada de la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol, donde una placa perpetúa su memoria. Al tiempo, las campanas de todas las iglesias de la Comunidad repicaron durante cinco minutos. Carmena destacó que hace 14 años la ciudad fue "ejemplo internacional de cómo comportarse, de hacer lo que hay que hacer: atender a las víctimas y juzgar a los responsables de la ignominia".

La alcaldesa anunció que el Ayuntamiento va a adelantar los 300.000 euros precisos para restaurar el monumento de Atocha, que se espera esté listo en 2019. Carmena explicó que prácticamente se trata de una obra nueva, porque la anterior estuvo mal hecha "desde un primer momento".