El Gobierno asume que carece de capacidad política y legal para modificar la enseñanza en Cataluña. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, lo dejó bien claro ayer en el Congreso al reconocer que "con el 155 de la Constitución o sin él" el Ejecutivo no puede intervenir la escuela catalana y alterar sus programas.

La sentencia del Tribunal Constitucional que anula el apartado de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) por el que el Gobierno pretendía garantizar la enseñanza del castellano en Cataluña se adueñó ayer de la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. Pese a esa resolución, Méndez de Vigo defendió el sistema de trasladar a la Generalitat el coste de las clases de español en centros privados para los escolares que se acogieran a esa fórmula por considerar el Gobierno "fue valiente" con esa medida y "sí hizo algo" en favor del castellano. Respondía el ministro a los reproches del portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, para quien el procedimiento ahora anulado por el Constitucional constituía un "parche vergonzante". "Queremos que se estudie catalán, castellano e inglés, no queremos cheques para poder hacerlo", aclaró después Albert Rivera, para quien "lo que no es legal es excluir el castellano". Ciudadanos anticipa que rechazará el futuro pacto educativo si no garantiza el castellano como lengua vehicular y se reforma la Alta Inspección educativa.

Como viene ocurriendo en las últimas semanas, el cruce entre la formación naranja y el Ejecutivo estuvo teñido por la amenaza de Ciudadanos, detectada en las encuestas, de apropiarse de una parte importante de los electores del PP. Méndez de Vigo trató de mostrar que el triunfo del partido de Rivera en los pasados comicios catalanes no tuvo consecuencias porque "han desaparecido en Cataluña, a pesar de haber ganado las elecciones. Me costó mucho convencer a un periodista en Bruselas de que Puigdemont no ha ganado las elecciones". Desde esa posición de fuerza parlamentaria con mayor número de diputados en la Cámara catalana, el ministro de Educación invitó a Ciudadanos a que presente allí iniciativas en defensa de la enseñanza del castellano en la comunidad.

Ante la pregunta de Joan Mena, portavoz en materia educativa de Podemos, de si el Gobierno aprovechará la cobertura del artículo 155 para intervenir en la escuela catalana, Méndez de Vigo advirtió que esa posibilidad chocaría con obstáculos insalvables porque el sistema educativo depende de múltiples sostenes legales: "En primer lugar, de la Constitución; luego del Estatuto de Autonomía, luego de la ley general básica, que en este caso es la LOE y la LOMCE; luego de la ley del Parlamento...". "En Cataluña y en cualquier comunidad autónoma. Lo importante es que el sistema siga", defendió el ministro. Sin explicar cómo hacerlo, tras la anulación de apartados de la LOMCE por el Constitucional, Méndez de Vigo sostuvo que el castellano tiene que ser lengua vehicular en Cataluña porque así lo establecen otras resoluciones judiciales a las que el Gobierno también está obligado a dar cumplimiento.