Mariano Rajoy piensa que el debate "sobre las lenguas" es un atentado "contra el progreso". Fue su alusión de ayer a la fuerte controversia generada por el anuncio de su Gobierno de que dará a elegir el castellano como lengua de escolarización en Cataluña, lo que ha sido interpretado como un intento de acabar con el modelo de inmersión lingüística que funciona desde hace 30 años en la comunidad, con el catalán como única lengua vehicular y varia sentencias judiciales (incluso del Tribunal Constitucional) que dictaminan lo contrario.

En Elche (Alicante), durante la celebración de una jornada de emprendedores, el jefe del Ejecutivo tomó postura pública sobre la cuestión, bien que sin mencionar el catalán ni ninguna otra lengua cooficial del Estado.

Rajoy cree que por lo que hay que apostar es por dar impulso a la digitalización del modelo productivo. Y con ese objetivo lo prioritario, dijo el presidente, es reforzar el sistema educativo con "nuevas competencias digitales", en vez de promover debates "sobre las lenguas". Asunto que calificó en estos términos: "Es verdaderamente increíble, atenta contra el progreso y supone situarse en el peor pasado el estar haciendo debates sobre las lenguas imponiendo a la gente lo que no quiere que se le imponga".

Para el presidente del Gobierno, la "política educativa hoy" pasa por "dedicar los recursos a la revolución digital que se están produciendo en todo el mundo", que "es el futuro imparable, que no va a parar nadie". Y añadió: "Conviene, cuando estas cosas se producen, colocarse al principio de todo", porque de lo contrario se situarán "otros" y entonces habrá "problemas".

Le contestó el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien censuró que el Ejecutivo central pretenda cambiar la política lingüística en Cataluña aprovechando la vigencia del artículo 155. "No entendemos por qué (el Gobierno) ha levantado esta polémica cuando además afirma que no tiene ni idea de cómo aplicar la que, en teoría, es su posición", protestó. "Ni es la forma ni el momento de plantear este tema".

Entre tanto, el presidente del Parlament, Roger Torrent, se declaró convencido de que la Cámara podrá celebrar una investidura efectiva y que se podrá formar gobierno "sin renunciar a aspiraciones legítimas, mayoritarias, pacíficas y democráticas", entre las que incluyó no solo las expresadas por los votantes el pasado 21 de diciembre, sino también la defensa del modelo educativo catalán.

Torrent arremetió contra la aplicación del artículo 155, porque no solo conlleva la paralización de iniciativas de las instituciones catalanas, sino que además se traduce en que la comunidad está gobernada "desde ministerios de Madrid que se atreven a atacar la inmersión lingüística". Así, llamó a proteger el modelo educativo catalán, "tesoro para la cohesión social" y aseguró que, pese a la vigencia del artículo 155, "las imposiciones no podrán apagar la voluntad democrática de todo un pueblo".