El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, emplazó ayer a la oposición a pronunciarse acerca de su propuesta para que tras las municipales y las autonómicas gobierne la lista más votada, una propuesta que calificó de "limpia, sencilla y pura" que busca impedir que en "los bares" o los "despachos" se lleguen a acuerdos que deshagan lo que han votado los ciudadanos en las urnas.

En una rueda de prensa en la sede del PP, tras el almuerzo de trabajo de más de tres horas que mantuvo Mariano Rajoy con sus "barones" territoriales, Maillo desveló que en esa reunión hablaron de la reforma electoral que lanzaron Ciudadanos y Unidos Podemos en una "sospechosa sintonía" en este terreno.

A su entender, ambos buscan beneficiarse a costa de restar diputados y "acallar" a la "España rural" a la que los "populares" reivindican y dicen representar. "Y esa propuesta no restaría ningún diputado a los nacionalistas ni a los independentistas, ni uno", enfatizó el coordinador general del PP.

En este sentido, subrayó que la propuesta de su partido consiste en que en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas gobierne la lista más votada. "Es una propuesta limpia, sencilla y pura", resaltó, para añadir que no hay "triquiñuelas detrás para conseguir por la vía de atrás lo que no se ha conseguido en las urnas".

Se trataría de impulsar la lista más votada a través de un "plus de gobernabilidad o una prima" o de llevar a cabo una "doble vuelta". "Interpelamos al resto de partidos políticos para que expresen su opinión cuanto antes, si están dispuestos a respetar la lista más votada en las próximas elecciones", manifestó.

En julio de 2015, el PP ya registró en el Congreso una propuesta para reformar la Ley LOREG en lo que se refiere a la elección de alcaldes y planteó, en concreto, un sistema que contempla la denominada prima de mayorías y también la convocatoria, en su caso, de una segunda vuelta. Su propuesta es que esa segunda vuelta se celebre si no hay ninguna formación que rebase el 30% de los votos.

Asimismo, Maillo ha advertido del peligro de abordar una reforma electoral que no tenga un amplio acuerdo de partidos, ya que es "la columna vertebral del Estado. "Sería una reforma de conflicto y parcial", ha avisado, para recordar que el PP no realizó una reforma en la primera legislatura a pesar de contar con mayoría absoluta porque son temas que hay que aprobar "con consenso".

"No se ha hablado de ninguna estrategia frente a nadie ni nada por el estilo. Ni un minuto, ni un segundo, nada", resaltó al ser preguntado en varias ocasiones si el avance del partido de Albert Rivera había centrado las conversaciones de ese almuerzo de trabajo. "No era una reunión para hablar de ningún partido salvo de nosotros y el interés general de los españoles", reiteró después.

Sin embargo, su comparecencia estuvo plagada de críticas al partido naranja, poniendo de relieve sus "cambios de opinión permanente como una veleta" o sus continuas "abstenciones" en temas clave. También afeó a Cs que en Cataluña "utilice cualquier excusa para atacar al Gobierno por cualquier supuesto error" --en alusión a la pregunta de Albert Rivera sobre el FLA-- antes que poner encima de la mesa los "problemas" que afectan al "mundo independentista".

"Llevan atacándonos desde el primer día tras la firma de ese acuerdo de investidura", se quejó el coordinador general del Partido Popular, que ha subrayado que también Ciudadanos "tiene que asumir la crítica" como "todo el mundo".