Podemos y Ciudadanos (Cs) dieron ayer su primer paso público para coordinar la búsqueda de una reforma electoral que consiga una mayor proporcionalidad. Satisfechos de este primer encuentro pero conscientes de su debilidad parlamentaria -entre ambos solo suman 99 de los 350 escaños del Congreso-, los dos grupos lanzaron un llamamiento al PSOE para que se una a sus esfuerzos. La respuesta socialista fue tibia, aunque el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, confirmó en una entrevista radiofónica que su formación y los socialistas abordarán la reforma en una reunión prevista para la semana próxima.

Los portavoces parlamentarios de morados y naranjas, Irene Montero y Juan Carlos Girauta, respectivamente, acordaron abrir "una vía de coordinación permanente" para reformar este mismo año la Ley Orgánica del Régimen Electoral General sin necesidad de tocar la Constitución.

Montero y Girauta fueron todo satisfacción tras su cita y pusieron de manifiesto que van a trabajar sin líneas rojas. "Con la sintonía que hemos encontrado hoy, me da la sensación de que los trabajos irán más rápidos que lentos para que a lo largo de 2018 podamos votar" la reforma, vaticinó Montero. "La música de estos instrumentos es buena", apreció por su parte Girauta.

Primero, las coincidencias. Ambos portavoces confirmaron sus idénticos puntos de vista sobre la necesidad de hacer más proporcional la ley electoral, aunque no entraron en detalles sobre las fórmulas que emplearían. También se mostraron afinados respecto a la derogación del voto rogado o a la obligación de celebrar debates electorales en campaña, así como sobre el establecimiento de un mailing único de papeletas para ahorrar gastos electorales. Después, la disposición a limar discrepancias. Es el caso de la medida defendida por los morados de rebajar la edad de voto a los 16 años, o la del partido naranja de prohibir que los prófugos de la justicia puedan presentarse a elecciones. "Nos la han trasladado y vamos a estudiar esa propuesta", dijo Montero. "Estudiaremos con detenimiento todas las propuestas", aseveró, a su vez, Girauta. Fue ahí cuando insistieron en que no habrá líneas rojas.

Tras recibir los ecos de la llamada a sumarse a la iniciativa, dos dirigentes socialistas enfriaron un tanto las expectativas. La "número dos" del PSOE, Adriana Lastra, resaltó que se ha creado sobre la cuestión una subcomisión en el Congreso y que "lo normal sería debatir" en ella para conseguir una reforma "rigurosa" e "integral", sin caer en la tentación de "hacerse la foto" o buscar arañar escaños "con la calculadora en la mano".

La portavoz parlamentaria, Margarita Robles, fue rotunda al exigir que se huya del enfoque partidista y se busque solo el beneficio de los ciudadanos: "Menos fotos y más eficacia". Lastra aprovechó para censurar los cambios de posición de ambos partidos, asegurando que los morados defienden ahora el método de Sainte-Laguë, mientras que hace un año defendían otro. En cuanto a Cs, prosiguió, han pasado de querer la circunscripción única a defender la provincia. "Hay que ser un poco serios", apostilló.