El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, teme que el efecto de los casos de corrupción siga pasándole factura al PP en las próximas citas con las urnas. Así lo reconoció ayer el jefe del Ejecutivo en una entrevista en televisión al decir que ese efecto "no está amortizado", aunque no se privó de recalcar que los cargos o militantes implicados en estas tramas están "sometidos a juicio" y ya "no forman parte" del PP.

"No hay nada que esté amortizado", dijo Rajoy, tras insistir en que el partido ha asumido ya las responsabilidades políticas por la presunta financiación irregular de la formación. Y destacar también que el PP ha presentado "muchas iniciativas" para "ser más eficaces" en la lucha contra la corrupción y para "evitarla" en el futuro.

Rajoy hizo hincapié en que los casos que investigan la financiación irregular del PP estudian hechos "de hace mucho tiempo". El jefe del Ejecutivo espera que en poco tiempo estos asuntos sean "una parte triste de la historia de España".

En otro orden de cosas, el presidente del Gobierno reiteró su intención de ser el candidato del PP en las próximas generales, pero matizó la expresión que usó hace una semana para referirse al mismo asunto. Y con ironía: "En realidad a fecha de hoy es una expresión. Si las elecciones son hoy, me quiero presentar a las elecciones. Si las elecciones son dentro de cien años , me temo que mis posibilidades son un poco menores que en el día de hoy".

También aprovechó para revelar que después de Semana Santa, el PP celebrará una "gran convención nacional" en Sevilla para fijar la posición del partido sobre diferentes asuntos. Previamente también harán convenciones temáticas, como la que se celebra este fin de semana en Córdoba sobre la prisión permanente revisable.

"Desconozco por qué el resto de fuerzas políticas quieren liquidarla. Es algo verdaderamente incomprensible", afirmó el jefe del Ejecutivo, que este domingo tiene previsto acudir a ese foro y que contará con la asistencia de familiares de víctimas.