El presidente de la Mesa de Edad del Parlament, Ernest Maragall (ERC), abrió ayer el Pleno de constitución de la Cámara con un discurso nada protocolario: una diatriba contra la aplicación del artículo 155 en la que acusó al Estado de "humillar y castigar" a Cataluña.

El hermano del expresident Pasqual Maragall presidió el órgano que toma las riendas del Parlament hasta la elección de la Mesa por ser el diputado de más edad (75 años). Le acompañaron en la sesión los dos más jóvenes: Rut Ribas (27) y Gerard Gómez del Moral (28).

Maragall inició el Pleno lamentando la ausencia de los diputados electos que están en prisión o que huyeron a Bruselas (ocho en total), entre ellos el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, así como la del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y las de los miembros del último Govern.

Banco vacío

Los miembros del Govern en funciones ocupan la primera fila del hemiciclo en la sesión constitutiva, pero los del último fueron cesados por el Gobierno central al amparo del 155. "Es la primera vez que el pleno se abre con el banco del Govern vacío", se quejó Maragall.

Se declaró indignado ante esta situación, pero no por ello menos confiado en el proyecto independentista: "Cataluña no se rinde ni se resigna y quiere seguir siendo para construir el país nuevo, libre y digno que queremos ser".

Calificó de "impuestas" las elecciones del 21 de diciembre, aunque celebró que sirvieran para confirmar el resultado del referéndum del 1-O, y prosiguió lanzando una dura reprimenda contra el Estado.

Reconciliación

El Estado español "no parece ni quiere saber nada de reconciliación ni de soberanías compartidas", sino que se limita a poseer el poder y a negarse a cederlo. "El Estado español no sabe ganar, sabe derrotar; no sabe compartir, sabe imponer, humillar y castigar", apuntó Maragall.

Y lanzó este aviso para navegantes: "Nosotros seguiremos, hemos aprendido, conocemos bien nuestras fuerzas y medimos mejor las del Estado, ya sabemos lo que podemos esperar de Europa y lo que no, pero somos Europa y seremos parte activa se su regeneración".

Después llamó a los diputados a "pensar en todos con dedicación y responsabilidad". Y terminó: "El Parlament deberá respetar al máximo" esa sociedad sin abandonar la vía democrática, para construir un futuro que los independentistas denominan república, pero que también podría llamarse "justicia, libertad, equidad y progreso".