El diputado de la CUP en el Parlament Carles Riera enjuició ayer muy negativamente el primer discurso del nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent. "Recula y traiciona el espíritu del 1 de octubre" porque no lo mencionó, dijo Riera, advirtiendo que, de seguir por ese camino, se pone en riesgo el apoyo de la CUP a la investidura de Carles Puigdemont (JxC).

Para los "cuperos", la sesión constitutiva del nuevo Parlament fue muy decepcionante porque "no ha servido para retomar la república que se proclamó en el último pleno", el 27 de octubre del año pasado, cuando se declaró la independencia.

"No compartimos en absoluto la orientación política que se ha establecido hoy (por ayer), y no va en el buen sentido para materializar la república ni consolidar el bloque independentista y republicano", dijo Riera, que avanzó que no piensan apoyar la investidura de Puigdemont si no hay un compromiso de hoja de ruta netamente republicana.

Así las cosas, exigió a JxC y a ERC poner ya en marcha un diálogo serio sobre el calendario de la nueva legislatura, porque "la CUP no es un cheque en blanco y hay que cuidar las formas tras más de 48 horas sin contactos: la CUP no se puede comprometer con un Govern que se comprometa a la autonomía".