Las instituciones y la clase política, desde el Gobierno hasta el Ayuntamiento de Zaragoza, han condenado de forma unánime el homicidio de Víctor Laínez que falleció ayer en Zaragoza tras ser agredido, presuntamente, por llevar unos tirantes con la bandera de España.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asegurado que quiere "vivir en un país en el que nadie sea agredido ni insultado por llevar una bandera o por pensar de una determinada forma", y por eso, ha reclamado "tolerancia cero" con todas las formas de "radicalismo de un signo y otro".

A la repulsa del Gobierno se han sumado los portavoces de otros partidos políticos como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha expresado su rotunda condena por el asesinato y su confianza en que la justicia haga su trabajo.

Además, preguntado por si se arrepiente de haberse reunido hace un par de años con los familiares del presunto agresor, que fue protagonista de un documental sobre el movimiento okupa, Iglesias ha señalado que su partido siempre se ha reunido con "colectivos sociales".

Por su parte, el portavoz adjunto de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso, Gabriel Rufián, ha calificado como "intolerable" este tipo de agresiones "independientemente de lo que piense o lo que luzca cada cual" y ha transmitido públicamente su pésame a la familia de Laínez.

Asimismo, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha hecho un llamamiento a "reflexionar" sobre este tipo de agresiones, preguntándose cómo se ha llegado a la situación de que una persona asesine a otra por exhibir los símbolos nacionales.

En clave electoral, el líder de Ciudadanos ha asegurado que van a "cambiar las cosas en Cataluña para tranquilizar las aguas y que no haya bandos ni enfrentamientos" y ha recordado algunos ataques e insultos a dirigentes de su partido.

La condena del homicidio de Laínez también se ha producido de forma unánime en las instituciones aragonesas y en el Ayuntamiento de Zaragoza, que ha aprobado hoy una declaración institucional condenando la agresión y ha convocado un minuto de silencio para mañana.

En el documento se aboga por que Zaragoza sea el espacio de todos los ciudadanos "sin que nadie se arrogue ni siquiera la posibilidad de hacerla suya en contra de los derechos de los demás".

Las instituciones y la clase política confían de forma unánime en que la actuación de la administración de justicia. De hecho, mañana pasará a disposición judicial el presunto autor de la agresión, Rodrigo Lanza.

El abogado de la familia de la víctima, Juan Carlos Macarrón, ha explicado a los medios a la salida del velatorio en el cementerio de Torrero (Zaragoza) que su objetivo es imputar a Lanza los delitos de asesinato y odio "si se acredita que realmente el origen de la agresión fue la exhibición de un símbolo legal como la bandera nacional".