El expresidente Puigdemont seguirá en Bruselas y solo se planteará volver a España tras las elecciones autonómicas del próximo 21. La decisión del juez del Tribunal Supremo de retirar la euroorden con la que se reclamaba a Bélgica su entrega y la de los cuatro exconsejeros huidos deja a Puigdemont en posición de decidir sobre su futuro. El cabeza de lista de Junts per Catalunya (JxCat) aseguraba ayer que "ya tenía intención de volver cuando llegó a Bélgica", pero esa es una decisión que debe meditar.

En principio, Puigdemont difiere su regreso hasta después de los comicios. "Los que seamos escogidos seremos diputados y tomaremos posesión del acta que ganemos en las urnas", anticipaba Puigdemont, cuyo retorno para asumir el cargo supondría, previsiblemente, su detención e ingreso en prisión. "Hay algo que chirría si el sistema político español cree normal que lo que te puede llevar a ser presidente te puede llevar a la cárcel", reflexiona Puigdemont, quien se ve de nuevo al frente de la Generalitat. Por ello "sería una contradicción para el sistema político español" plantear que después del debate de investidura "tuviera que salir esposado".

Puigdemont no descarta la posibilidad de quedarse de manera indefinida en Bélgica porque "desde el momento en que tomo mis decisiones, estoy preparado con todas sus consecuencias". "Que haga lo que quiera", contestó ayer el presidente Rajoy a una pregunta sobre sus expectativas sobre el candidato de (JxCat).

El expresidente catalán considera que, a la vista de lo ocurrido, huir a Bruselas fue la decisión más acertada porque le permitió eludir la prisión y dejó en evidencia el procedimiento "chapucero" que se sigue contra él. "Si Bélgica no se atreve a ejecutar una euroorden es porque sabe que no es aceptable para las buenas prácticas europeas. Tienen miedo de una sentencia de la Justicia belga que les pondría en evidencia", apuntaba ayer en Bruselas. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, planteará mañana en la capital belga a sus homólogos de la Unión Europea la necesidad de revisar el sistema de la euroorden por considerar que ha perdido eficacia y no funciona como se esperaba cuando se implantó hace quince años.

Una parte del soberanismo catalán convirtió ayer Bruselas en centro de sus actividad. En una sala abarrotada en un hotel de las afueras de la capital belga, Puigdemont dio su primer mitin presencial de la campaña. Los asistentes eran la avanzadilla de los 20.000 manifestantes que el independentismo espera congregar hoy en la capital belga bajo el lema "Despierta, Europa", un nuevo intento de dar visibilidad internacional al conflicto.