PSOE y PP añadieron ayer nuevos párrafos a su controversia sobre el alcance de la comisión territorial abierta en el Congreso a instancias de los socialistas y sobre la futura reforma constitucional que, según estos, debería comenzar a estudiarse cuando la comisión acabe sus trabajos.

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, aseguró que los socialistas no se sienten desmentidos por Rajoy y expresó su confianza en que se lleve a cabo la reforma constitucional, ya que, en su opinión, si el PP no quiere hablar ahora de ella es por "tensiones propias de la campaña electoral" del 21-D.

Lastra insistió en que el compromiso de Rajoy con el líder socialista, Pedro Sánchez, en la reunión en la que el PSOE concretó su apoyo a la aplicación del 155 a Cataluña, fue abrir la reforma constitucional en un plazo de seis meses. Para la "número dos" socialista, Rajoy no ha desmentido estos acuerdos con posterioridad. Si bien el presidente del Gobierno se ha distanciado varias veces en las últimas semanas de una reforma constitucional, nunca ha desautorizado las palabras de Sánchez, aunque la decisión de los populares, apoyados por Cs, de posponer a enero los trabajos de la comisión territorial han despertado las suspicacias del PSOE.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, terció en el debate afirmando que la comisión territorial del Congreso no tiene como objetivo negociar una reforma de la Constitución. "Creo que lo que no se puede uno es enfadar por lo que cree uno que creen los demás", aseguró Ayllón, que insistió en que el PSOE registró esa comisión con un nombre y unos objetivos y ahora pretende rebautizarla.

El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Congreso, Juan Carlos Girauta, estimó, por su parte, necesaria una reforma, pero advirtió que su partido "no jugará" ni a "dar un premio" a los independentistas ni a "apaciguar" a los que han sido "desleales".

Ciudadanos defiende que se actualice la Carta Magna porque puede permitir "otros cuarenta años de prosperidad, estabilidad, seguridad y homologación con otras democracias", pero rechaza que se busque "complacer" a algunas fuerzas políticas cuya "filosofía" sobre la convivencia es más territorial.

Frente a esa concepción, subrayó que la del partido naranja está más ligada a las personas.

Es ahí, en esas diferencias, donde pueden radicar las dificultades, señaló Girauta, que pidió a los socialistas que "reflexionen" sobre todo esto.