Jordi Sànchez irá de "número dos" en la candidatura de Junts per Catalunya, detrás del presidente depuesto Carles Puigdemont, a quien el PDeCAT ha dado total libertad para confeccionar la lista. La incorporación de Sànchez, en prisión y que dejará de presidir la Asamblea Nacional Catalana (ANC), es el primer fichaje estrella del expresident huido a Bélgica para dar la batalla por la hegemonía soberanista en las elecciones del 21-D, en las que los sondeos vaticinan una holgada victoria de ERC, con más de 40 escaños, y un batacazo para el PDeCAT, que podría caer hasta la quincena.

En cambio, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, encarcelado como Sànchez, rechazó incorporarse a una candidatura electoral, algo que considera "incompatible" con el rol "transversal" de la entidad soberanista que preside.

La jornada de ayer trajo otra baja, la de Lluís Corominas, vicepresidente primero del disuelto Parlament y que además de no ir en la "lista del president", deja la política. Otra que rechazó la oferta de Puigdemont es la exconsejera de Salud Marina Geli (PSC). En cambio, aunque sea a título simbólico, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cerrará la lista de Catalunya en Comú.

Además de Jordi Sànchez, Puigdemont sondea a personalidades de diversos perfiles para su candidatura, como el director teatral Joan Lluís Bozzo, el director de las revistas Catalan International View y ONGC, Francesc de Dalmases, o el exconsejero Ferran Mascarell, según fuentes soberanistas consultadas por Efe. Sin embargo, los cargos orgánicos del PDeCAT brillan por su ausencia.

El líder del partido, el expresident Artur Mas, reconoció que "aún" no hay una "mayoría suficientemente sólida" para alcanzar la independencia, pero criticó la negativa de ERC a reeditar la coalición electoral Junts pel Sí.

Mas reprochó al cabeza de cartel de ERC, Oriol Junqueras (que permance en la prisión madrileña de Estremera), que el miércoles dijera que su "candidato también es el presidente legítimo, Carles Puigdemont", aunque lidera una lista propia. Mas razonó: si se quiere que Puigdemont sea el president "restituido" y se quiere "subrayar su legitimidad", "no se le puede dejar solo" rechazando una lista independentista unitaria.

No obstante, advirtió que "renunciar al proceso sería un desastre porque, siendo muy complejo el momento actual, no hay otro que tenga cara y ojos".

En el programa que dirige el exministro principal escocés Alex Salmond en la cadena Russia Today (RT), Puigdemont dijo que si los secesionistas vencen el 21-D propondrá "al señor Rajoy, a Juncker y a Tajani aceptar y empezar una nueva etapa para el diálogo y la negociación sobre la realidad" que dejen los comicios. Y se preguntó si el Gobierno "está preparado" para aceptarla.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, dejó clara su disposición a presidir la Generalitat si así lo decidieran los catalanes, aunque recordó que el cabeza de lista es Junqueras. Rovira cree que el 21-D tiene que acabar siendo "el referéndum que el Estado no se atrevió a celebrar".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, abrió la puerta a forjar posibles acuerdos con ERC si renuncia a la vía unilateral y apuesta por fórmulas legales que permitan gobiernos progresistas en Cataluña y en España, y ha cargado contra el PSOE, con quien admite que están rotos los canales de diálogo.

Asimismo el exvicepresidente y ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha apoyado tanto la postura de su partido ante la crisis catalana, como la decisión del líder del PSC de integrar en sus listas a personas de la extinta Unió, porque considera que ambos "hacen lo que tienen que hacer".