El guardia civil en excedencia José Luis Caro negó ayer en el juicio que participara en el chivatazo al exconsejero de Madrid Francisco Granados de que estaba siendo investigado en la operación Púnica y dijo que le vio "preocupado" cuando se enteró de que agentes de la UCO se iban acercando a su entorno.

La Audiencia Nacional inició ayer el primer juicio del caso Púnica contra el exconsejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid y exdirigente regional del PP Francisco Granados.

A Granados, la fiscalía le pide 3 años de cárcel por beneficiarse del chivatazo en 2014 de la operación policial que se desarrollaba en su entorno, ya que le dio tiempo a esconder buena parte de sus bienes. La operación concluyó con él en prisión provisional durante dos años y medio.

La Fiscalía pide la misma pena para el guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino, presunto responsable de dar el soplo, y para su amigo José Luis Caro, que era asesor de la Comunidad de Madrid en la época de los hechos, todos ellos acusados de un delito de revelación de secretos.

Caro comentó que Granados habló varias veces con él esos días en los que le vio "preocupado" por lo que le había dicho Rodríguez Talamino ya que "no le gustaba" y le había parecido "raro".