"Lista del president" bajo el nombre de Junts per Catalunya. Esta es la fórmula finalmente elegida por el PDeCAT para concurrir a las elecciones del 21 de diciembre, en la que el destituido presidente de la Generalitat, refugiado en Bélgica para eludir a la justicia española, se disputará con Oriol Junqueras (ERC, en prisión) y muy probablemente Carles Riera (CUP) los votos del independentismo.

De esta manera, el PDeCAT descarta el formato de la agrupación de electores, cuyos promotores, sin embargo, mantienen aún viva la recogida de las 55.000 firmas requeridas para formalizarla. Puigdemont se había ofrecido a encabezar una candidatura de este tipo, buscando la transversalidad y la participación de la sociedad civil, para lo cual insistía en evitar las siglas del partido.

En la visita que el sábado le giraron a Bruselas los máximos dirigentes de la formación, Artur Mas, Marta Pascal y David Bonvehí, se le propuso una fórmula intermedia, algo entre una candidatura formal y la agrupación de electores, bajo la marca registrada a tal efecto días antes: PDeCAT-Pacte Democràtic.

Pero al final el nombre elegido ha sido el de Junts per Catalunya, uno de los tres barajados en el congreso fundacional del partido, en julio de 2016, y que perdió en la votación final ante el más convencional de Partit Demòcrata Europeu Català.

La antigua Convergència debe aprobar mañana "la lista del president" en una reunión de su consejo nacional (ejecutiva). En la candidatura no figurará ningún cargo orgánico del PDeCAT, lo que descarta a Pascal -ausencia ya conocida- e incluso a la vicepresidenta de la formación y exconsejera, Neus Munté.

En cambio, sí se espera que estén en ella Neus Lloveras, de la Asociación de Municipios por la Independencia, y Miquel Buch, de la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas (ambos del PDeCAT); exconsejeros en prisión o huidos a Bélgica y los encarcelados presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Puigdemont reapareció ayer por sorpresa en la presentación, en Bruselas, del libro "Amb ulls estrangers. Quan Catalunya preocupava Europa" ("Con ojos extranjeros, cuando Cataluña preocupaba a Europa"), del profesor de Historia de la Universidad Autónoma Arnau Gonzalez i Vilalta.

Antes se habían conocido los contenidos de una entrevista concedida al diario belga "Le Soir" en la que el expresident asegura estar dispuesto a aceptar "la realidad de otra relación con España" y admite que "siempre es posible" encontrar una solución distinta a la independencia.

"¡Siempre es posible! ¡He trabajado durante treinta años para obtener otro anclaje de Cataluña en España! Hemos trabajado mucho en eso, pero la llegada al poder del señor Aznar detuvo esa senda", afirmó al periódico francófono el político catalán, quien insiste en estar dispuesto a aceptar "la realidad de otra relación con España".

El vicesecretario del PP Pablo Casado le contestó a Puigdemont que la relación que debe empezar a trabajar no es una nueva con el Estado, sino "con su abogado para su declaración ante la justicia española cuando la justicia belga lo determine".